Con ocasión de cumplirse mañana el sexto aniversario de la elección del Papa Francisco, los Obispos Argentinos, reunidos en la 117º Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), emitieron un mensaje que compartimos a continuación:
Francisco:
«Tú eres Pedro»
El 13 de marzo, celebramos
el sexto aniversario de la elección del papa Francisco y es la ocasión para dar
gracias a Dios por lo que nos ha regalado en él.
Hablar del Papa, después de
Jesús y la Virgen, toca la médula de la Iglesia católica peregrina. Falta poco
para que los obispos viajemos a Roma a la tradicional visita, y en nuestro
Jorge Bergoglio iremos a ver a Pedro.
Nos admira reconocer en su
persona una austeridad ejemplar, una laboriosidad incansable, disponibilidad
constante, muchos detalles y delicadezas con tantas personas y situaciones que
afloran en su memoria espontáneamente. Nos contagia su paz y fortaleza en medio
de grandes desafíos, como el doloroso drama de los abusos. Posee una mirada que
va más allá de lo inmediato y sabe decir una palabra iluminadora frente a muros
que muchas veces nos detienen. Sabe innovar con audacia sin descuidar el
respeto por las personas.
Sus enseñanzas se encarnaron
en tantos gestos y palabras que no dejan de conmovernos, ya desde aquel primer
viaje fuera de Roma a la isla de Lampedusa, cuando abrazó la humanidad
“descartada” de los migrantes africanos, sobrevivientes del Mediterráneo. Esta
opción por los más pobres se plasmó en diversas obras de misericordia como en
los cordiales almuerzos con los indigentes de Roma; o acudiendo a las cárceles,
hogares de rehabilitación y a tantas periferias existenciales, que son una
prioridad en sus viajes misioneros.
Como referente mundial
propuso un diálogo claro, manso, confiado y prudente, acercando a los interlocutores
más diversos. Puso alegría en la Iglesia, la alegría del Evangelio, porque en
definitiva nos invitó a volver la mirada a lo esencial: el Padre Dios que nos
ama, el Cristo vivo que nos salva. Nos sumergió en el gran río de la
misericordia y renovó el entusiasmo misionero del Espíritu Santo. No podemos
dejar de decir que todo esto se da en un Papa bien argentino, con su picardía,
buen humor, chispa y salidas que lo identifican, inventando palabras o frases a
cada rato.
Frente a la audacia de sus
sueños y deseos, muchas veces nos quedamos cortos, sencillamente, porque nos
cuesta seguirle el paso.
Imaginamos el gozo que tuvo
Francisco cuando decidió la canonización del Santo Cura Brochero, la
beatificación de Mama Antula y la de los Mártires Riojanos. En nuestro próximo
encuentro con él, le propondremos una vez más, que no se prive de la alegría de
visitarnos.
¡No nos olvidemos de rezar
por él!
Conferencia Episcopal
Argentina
117º Asamblea
Plenaria