“En
nuestro querido Santiago del Estero se
ama profundamente a la Virgen del Valle”
A primera hora de la mañana
del viernes 7 de diciembre, los peregrinos santiagueños homenajearon a la Madre
del Valle con una emotiva celebración eucarística, presidida por el Obispo de
Santiago del Estero, Mons. Vicente Bokalic, quien arribó a Catamarca para
acompañar a los hermanos que arriban incesantemente a esta ciudad, junto con el
Pbro. Luis Cruz, también de la hermana diócesis.
En las vísperas de la Fiesta
de la Inmaculada Concepción, se unieron en la Eucaristías para rezar,
agradecer, alabar y poner sus vidas a los pies de la Virgen Morenita. También
se pidió por la hermana diócesis de Añatuya y por todas las realidades de provincia.
En su mensaje, Mons. Bokalic dijo que “el corazón espiritual de nuestro Noroeste Argentino es este lugarcito
donde quiso ser hallada esta Imagen milagrosa de la Virgencita del Valle. Este
lugar de peregrinación, de encuentro, de consuelo, de paz, donde en cierta
manera se hace realidad aquello que hemos escuchado en la Palabra de Dios”.
“Venimos cargados, con nuestro
corazón y nuestra vida, a este Santuario de María, a este regalo que la Providencia
ha hecho en nuestra región. Aquí, al lado del Señor y de la Virgen, sentimos que
hay un cielo nuevo y una tierra nueva. Y es en este oasis de gracia, de paz, donde
sentimos que es posible un mundo distinto”, expresó.
Luego manifestó que “venimos
desde Santiago esta mañana, porque queremos ponernos a los pies de la Virgen
del Valle, con toda nuestra diócesis, con toda nuestra gente, con nuestras
comunidades, con las alegrías, las tristezas, con rostros, con historias. En
nuestro querido Santiago del Estero se ama profundamente a la Virgen del Valle,
y el signo de ello es la cantidad de peregrinos que han llegado y están llegando
en este momento y otros que van a llegar. Podemos decir que es esa Madre que
atrae, que nos atrapa desde hace muchos años. Nuestro corazoncito está orientado
hacia
Catamarca. Por eso vienen de Santiago, de Tucumán, de Salta, de La Rioja
y de otros lugares, venimos porque queremos estar cerca de la Madre, que Jesús
nos regaló en la obra suprema de la Cruz”.
Antes de la bendición final,
el padre Luis Cruz destacó la presencia de los peregrinos de Santiago, quienes caminan
año tras año, otros llegan en bicicleta o en cualquier medio de movilidad, para
saludar a Nuestra Madre del Valle.
Dijo que son grupos de
personas que se van organizando durante todo el año, reuniones tras reuniones,
para poder llegar aquí, sin importar el cansancio, la lluvia o el frío. Llegan
con tantas peticiones, tantas alegrías, con tantas intenciones.
El sacerdote invitó a todos
los devotos y peregrinos a elevar cantos de alabanza a la Madre que los invita
a compartir la gran fiesta de mañana. Como cierre de este tributo, entonaron a
viva voz una chacarera, haciendo presente el folclore en el Santuario Mariano.