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03 diciembre 2018

Los niños vivieron su fiesta junto a la Madre del Valle


El Obispo dijo que “es importante introducir a los hijos a tener una verdadera relación con Dios, que les dé bases sólidas para crecer con principios de amor, misericordia y verdad en el corazón”.

En el cuarto día de la novena, el domingo 2 de diciembre, rindieron su homenaje a la Virgen del Valle los niños y miembros de la Pastoral de la Niñez.
Una gran cantidad de pequeños con sus familias colmaron el Paseo de la Fe, para participar de la Misa presidida por el Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc, y concelebrada por el Asesor de la Pastoral de la Niñez, Pbro. Santiago Granillo, en el atrio del Santuario Mariano.
En el inicio de su predicación, Mons. Urbanc
agradeció “a todos los integrantes y colaboradores de la Pastoral de la Niñez, que tan hermosa y eficazmente trabajan en esta etapa tan delicada de la vida humana. Que el Señor y la Virgen les recompensen con creces todo lo que hacen por promover el interés, la atención y el cuidado de los niños”.
En oro tramo de su mensaje, dijo que “resulta tan importante introducir a los hijos desde su concepción a tener una verdadera relación con Dios, una amistad real y genuina que les dé bases sólidas para crecer con principios de amor, misericordia y
verdad en el corazón; labor que no será completa si los padres no se involucran ofreciendo a los niños un ejemplo adecuado de oración, lectura y meditación de la Palabra de Dios, ya que los niños que aprenden a rezar desde pequeños pueden desarrollar una vida de oración profunda y fecunda, que seguramente no la tendrán quienes carecieron de este contacto a
través del entorno familiar”.
Asimismo, manifestó que “es un hecho que la mayoría de los padres se esfuerzan por ser buenos proveedores de las necesidades básicas de sus hijos. Sin embargo, Dios
espera mucho más: desea que también sean capaces  de aportar el alimento espiritual  que se requiere para llevar una vida correcta, que  produzca como resultado la vida eterna. Para ello, los padres son los primeros que deben amar a Dios con todo su corazón, con todas sus fuerzas, con todo su ser; sólo así estarán en condiciones de inculcárselo a sus hijos”.
Dirigiéndose a los papás y mamás, los animó a que le pidan “a la Virgen Santa que les ayude a ponderar el gran tesoro que son los hijos y el potencial que representan para el mundo y la Iglesia. Tienen una oportunidad única, que no tiene precio, al
cultivar la sed y el hambre de Dios en sus niños, adolescentes y jóvenes. El hogar no puede ser reemplazado por ninguna estructura humana para desarrollar un crecimiento positivo en lo emocional, social y espiritual. Cuanto más tiempo y energía les dediquen a los niños mayores serán los frutos y las satisfacciones, no sólo de ustedes, sino sobre todo de ellos”.

“Mucho de lo que un niño aprende es asimilado más que aprendido. El reflejo de la fe de ustedes en Dios es la que formará el concepto de Dios en sus hijos. Lo que sus hijos deben percibir de ustedes es una dependencia real de Dios; y que su amor a Él es el fundamento de sus relaciones con los demás y de sus elecciones y determinaciones cotidianas”.
Los alumbrantes participaron de la ceremonia litúrgica guiando, leyendo las lecturas y acercando las ofrendas al altar.
Miembros de la Pastoral de la Niñez entregaron pequeños mantitos de la Virgen, que fueron bendecidos por el Obispo.
La página Morenita del Valle se sumó al homenaje con la payasa Anita, entregando estampitas a los niños, con oraciones y rezo del Rosario, además de denarios; también repartieron golosinas y globos, y tomaron fotos con un marco.
Luego de la celebración eucarística, la actuación de Show Kids marcó el cierre de una jornada festiva.