Camino a la Beatificación

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04 diciembre 2018

Mons. Urbanc en el homenaje de los Poderes Ejecutivos Provincial y Municipales


“Que la Virgen ayude a los que gobiernan a que sepan discernir lo que favorezca el bien común”

Durante la noche del lunes 3 de diciembre, quinto día de la novena en honor a Nuestra Madre del Valle, rindieron su homenaje el Poder Ejecutivo Provincial y Ejecutivos Municipales.
En la oportunidad, el Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc, encomendó a la Virgen a la Señora Gobernadora, Dra. Lucía Lucía Corpacci, quien hoy está cumpliendo un año más de vida, y explicó que no pudo participar de la Misa por su visita a comunidades del interior provincial. En la mañana de ayer compartió con el Pastor Diocesano las fiestas patronales de Santa Bárbara en Farallón Negro, departamento Belén.
De la celebración de anoche participaron miembros del Gabinete provincial, entre ellos el Ministro de Educación, Lic. Daniel Gutiérrez, y la Secretaria de Turismo, Mlga. Natalia Ponferrada; el Intendente de Fray Mamerto
Esquiú, Dr. Guillermo Ferreyra; el Secretario de Gobierno de la Municipalidad de la Capital, Dr. Hernán Martel, entre otras autoridades.
En el inicio de su homilía, Mons. Urbanc dio la bienvenida a los alumbrantes, deseándoles “que la Madre de Dios les conceda las gracias que necesitan para desempeñar con generosidad, honestidad, responsabilidad, eficiencia y competencia su tarea en favor del bien común de todos”.
Al hacer memoria en este día de san Francisco Javier, Patrono de las Misiones, se propuso ahondar en la dimensión misionera de la espiritualidad cristiana. Al
respecto, dijo que “los Apóstoles oyeron la llamada de Jesús y le respondieron de manera inmediata y con una entrega total. Comprendieron que fueron llamados a compartir su vida con Él; y se quedaron a vivir con Él. Aprendieron lo que Jesús les enseñaba con su vida y con sus palabras. En la medida en que conocían y amaban a Jesús, lograban unirse y comprenderse entre ellos. Fue una magnífica experiencia de amistad y de ayuda fraterna la que vivieron con Jesús”.
“A través de la historia, muchísimas personas y comunidades cristianas, en la
Iglesia han vivido ese mismo estilo de vida y han cumplido su misión. Por eso se han llamado ‘cristianos’. Nos convendrá, pues, conocer e imitar las ‘figuras misioneras’ de todos los tiempos. En ellas nos sigue interpelando Jesús a dar nuestra propia respuesta misionera con una generosidad completa”, indicó.
En otro tramo de su predicación, el Obispo afirmó que “la espiritualidad misionera consiste en centrar y orientar la vida a la misión, siendo dóciles al Espíritu Santo; vivir la vida cristiana con su esencial dimensión misionera universal; vivir según el estilo ‘misionero’ de Cristo, Buen Pastor; asumir la
misión como fuente, camino y medio propio para la santificación personal y comunitaria. Nos santificamos en la misión, y por la misión conseguimos las tres cosas que caracterizan la santidad cristiana: unirnos más a Dios, perfeccionar nuestra caridad y tener una vida más ‘cristiana’”.
“Por tanto, la espiritualidad auténticamente cristiana es misionera. Ella es la base de nuestra comunión con Jesús y con las demás personas; es la fuente y motor de nuestro servicio misionero. Pensamos, sentimos, vivimos y servimos como misioneros, al estilo del Buen Pastor, bajo la guía del Espíritu Santo, que es el protagonista de la misión”, expresó.
Dirigiéndose a los alumbrantes, afirmó: “Queridos hermanos que ejercen la autoridad en el
orden civil, también ustedes deben interrogarse acerca de la dimensión misionera de sus vidas como discípulos de Jesús, en quien creen, para dar testimonio, sin componendas, en sus diversas responsabilidades de los valores cristianos de los que son depositarios desde el día del bautismo, sabiendo que de ello se les pedirá cuenta el día que les toque presentarse ante el Eterno Juez, donde no hay posibilidad de arreglos, justificaciones, ni acomodos. Acudan ya y siempre a la Virgen María para que les ayude a no claudicar jamás en la lucha por ser fieles al Señor y único Salvador, Jesucristo”.
También indicó que “como políticos y funcionarios públicos cristianos tienen la misión de
favorecer que lo escuchado en la primera lectura de Isaías sea accesible a toda la ciudadanía, a saber: ‘Todas las naciones afluirán hacia Jerusalén y acudirán pueblos numerosos, que dirán; ¡Vengan, subamos al monte del Señor, a la Casa del Dios de Jacob! Él nos instruirá en sus caminos y andaremos por sus sendas». Porque de Sión saldrá la Ley y de Jerusalén, la Palabra del Señor. El será juez entre las naciones y árbitro de pueblos numerosos Con sus espadas forjarán arados y podaderas con sus lanzas. No levantará la espada una nación contra otra ni se adiestrarán más para la guerra. ¡Ven, casa de Jacob, y caminemos a la luz del Señor!’”.
Finalmente, pidió: “Querida Madre de los que gobiernan, ayúdalos a vivir sin complejos la fe que recibieron de sus mayores, ilumínalos con la luz de la Verdad, que es Jesucristo, inspírales la necesidad de invocar al Espíritu Santo para que sepan discernir lo que favorezca el Bien Común y despiértales el interés por la oración, la lectura de la Palabra de Dios y la vida en Gracia”.
En el momento de las ofrendas se acercaron al altar elementos que serán destinados a la atención de los peregrinos.
Antes de la bendición final, todos juntos rezaron la Oración del Año Mariano Nacional frente a la bendita Imagen y entonaron canciones de alabanza.