La parroquia de San José
Obrero, en el barrio La Tablada, vivió la Nochebuena en comunidad, como corolario
de la misión parroquial, que incluyó distintas actividades.
Los organizadores de esta
propuesta denominada Navidad en Familia expresaron “la inmensa alegría tras
haber vivenciado esta misión navideña. Todo empezó hace tres semanas atrás con
reuniones,
invitaciones y la formación de los miércoles, que comenzamos un mes
atrás. También hemos hecho una misión urbana, deteniendo los autos para invitar
a sus ocupantes a participar de la misión, de la Navidad en Familia, y a
sumarse a trabajar, vestidos de payaso, con murgas, haciendo un poco de ruido
con música”.
La misión preparando la
Navidad consistió en visitar los hogares del barrio La Tablada y más al sur, a
los que no se pudo llegar antes de julio cuando misionaron en las 15 manzanas alrededor
del templo ubicado en calles Santa Fe y Ayacucho.
En
el Hospital de Niños y la Sala Cuna
La labor se extendió al Hospital
de Niños y la Sala Cuna. El sábado 22 de diciembre, “salimos desde la parroquia
todos coloridos, vestidos de payasos, con las imágenes de la Virgen del Valle y
San José Obrero, hacia el hospital, rezando el Rosario, cuando terminamos la
oración afuera del hospital ingresamos para visitar a todos los chicos a
quienes les entregamos juguetes. También fuimos a la Sala Cuna donde se
procedió de igual manera, jugamos y rezamos con ellos”, comentaron.
A las 11.00 se celebró la
Misa en la Guardia del Hospital. “Se sumaron diferentes grupos como la
comunidad apostólica Fran Zavaleta, jóvenes de la Quintana, Carmen y Fasta, y
otros que también llegaron a hacer su apostolado. Éramos una gran comunidad
queriendo compartir la alegría de la Navidad con los chicos y con la gente que
estaba ahí y llegaba. Fue un momento muy lindo, muy grato”, manifestaron los
participantes.
La
cena de Navidad
El lunes 24 de diciembre, la
Navidad en Familia comprendió la celebración de la Santa Misa de Nochebuena en
el templo parroquial de San José Obrero. Al finalizar se realizó la cena en la
calle. “Había más de 300 personas durante la cena, fue una oportunidad no sólo para
compartir, dar gracias a Dios por tanto,
sino también para sacarle una sonrisa
a quienes concurrieron. Hubo espectáculo, una hermosa escenografía, una bella
ornamentación, una obra de teatro, karaoke, baile, un show de payasos que
hicieron jugar a los niños y también a los grandes, el momento más divertido de
la noche. Gracias a una persona, todos los chicos tuvieron su juguete. Además,
mucha gente donó comida, bebida, algo de dinero, y se acercaron a colaborar, en
cada cosa había un detalle y mucho amor. La consigna fue hacerlo por amor a
Jesús en el hermano que venía a compartir esta Navidad, y eso nos va renovando el
corazón. Todo salió hermoso y se puso mucha dedicación a cada cosa. Lo
importante es que Jesús esté en medio de nosotros”, señalaron integrantes del
equipo organizador.
Finalmente, agradecieron “a
todos los que han colaborado, a todos los que se han sumado de un modo
espiritual, con su trabajo, con su cercanía, alegría y buenos deseos”.