En el quinto día del novenario
en honor a la Virgen del Valle, día en que la Iglesia celebra la memoria de San
Francisco Javier, rindieron su homenaje el ámbito estatal y privado de la Educación
provincial y municipal, Ministerio de Educación Ciencia y Tecnología, docentes
en actividad y jubilados, gremios docentes, centros de ex alumnas/os de escuelas
y colegios; y la Pastoral de la
Educación. Participaron autoridades educativas, encabezadas por el Ministro de Educación,
Ciencia y Tecnología, Lic. Daniel Gutiérrez y abanderados y escoltas de
establecimientos escolares.
Durante esta celebración eucarística
se realizó la acción de gracias por los 50 años de vida sacerdotal del Pbro.
Bartolomé Centeno y los 25 años de ordenación sacerdotal de los Pbros. Víctor
Hugo Vizcarra y Héctor Antonio Salas.
La ceremonia fue presidida
por el Padre Bartomolé Centeno, párroco de San Antonio de Padua, y concelebrada
por sacerdotes del clero diocesano.
En su homilía, el Padre
Centeno expresó: “Nos unimos en esta mesa a todos a los hermanos que hoy rinden
homenaje a la Santísimos Virgen del
ámbito de la educación, en un año cargado de situaciones conflictivas en el
orden social, económico y aquellas que ha tenido que enfrentar del ámbito de la
educación”.
Dijo que esta Eucaristía se
enmarca en el día en que “la Iglesia se alegra de hacer memoria de San Francisco
Javier, un gran misionero, que transmitió su mensaje en distintos lugares del mundo”, y en “este tiempo muy especial
que llamamos el Adviento, que está preñado del llamado a la alegría, al gozo,
lejos del dolor y la oscuridad”.
También afirmó que “este
tiempo que vivimos en la espera del Emanuel es un llamado fuerte al cambio, al
cual nos resistimos con mucha frecuencia. El Adviento es tiempo de despertar a
la fe de la que nos habla hoy el Evangelio, de ese hombre que no creía en nada
y sin embargo Jesús va a su encuentro para ser liberado de la incredulidad”.
Al referirse a la devoción
mariana de nuestro pueblo, manifestó que “llama la atención la cantidad de
gente que viene hacia este Santuario, como a tantos otros a lo largo y ancho de
nuestra geografía latinoamericana, personas que vienen a rogar por su
salud, su
bienestar, su armonía, sus hogares”. Todo esto muestra “la profunda experiencia
de fe de nuestro pueblo, cómo pone sus dificultades en las manos de Dios y de María”,
manifestó, a la vez que agradeció “a Dios y a la vida haber aprendido que cada
día es un regalo de Dios, y a cada uno tiene algo que decirnos, esperamos en el
silencio qué tiene que decirnos hoy a cada uno de nosotros”.
Los alumbrantes participaron
de los distintos momentos de la liturgia, guiando la celebración, proclamando
la Palabra y acercando sus ofrendas hasta el altar.
Saludos
y palabras de gratitud
Antes de finalizar Eucaristía,
el Vicario Episcopal para la Educación, Pbro. Oscar Tapia, transmitió los
saludos y la gratitud del Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc, quien no pudo
estar presente en la celebración porque viajó al interior de la diócesis a
presidir las fiestas patronales en honor a Santa Bárbara, Patrona de los
Mineros, en Farallón Negro, departamento Belén.
El sacerdote “agradeció a
todos los presentes haber confluido en esta celebración con dos motivos, para
nosotros los sacerdotes hoy es un día especial porque celebramos ante la Virgen
a aquellos que en este año han cumplido aniversario, el Padre Bartolomé Centeno, que nos ha presidido
la Eucaristía, ha cumplido 50 años de sacerdote, y el padre Víctor Vizcarra,
que ha sido también Vicario de la Educación, con el Padre Héctor Salas, han
cumplido en septiembre
25 años de sacerdote”.
“Agradecemos a nuestros
hermanos de Educación, a nuestras autoridades, de venir a la casa de la Madre.
Esto nos une en la tarea y en la misión, y con los sacerdotes tenemos todos
como cristianos la misma misión de ser instrumentos de paz”, manifestó, rogando
“que nuestra Madre nos bendiga”; y “a nuestros hermanos sacerdotes les
agradecemos profundamente esta fidelidad, este don que venimos a agradecer
delante del Señor”.
Por su parte, el Padre Vizcarra
dijo que “es una tradición en nuestra diócesis en esta fiesta de la Inmaculada
Concepción, dar gracias a Dios por aquellos que cumplen una determinada edad en
la vida ministerial, y lo hacemos ante la Virgen porque todos los curas de
Catamarca, nativos o por opción, siempre venimos a los pies de la Madre a
consagrarnos, ya sea el día de nuestra ordenación o cada día de nuestro
ministerio”.
“Y cuando damos gracias por
el sacerdocio, si bien agradecemos personalmente, es una gran acción de gracias
de la Iglesia, por ese sacerdocio que todo bautizado recibe, por ese pueblo
sacerdotal que somos todos. El ministerio sacerdotal no tiene sentido, no se
puede entender si no es en el servicio al pueblo de Dios”, expresó
“Queremos darle gracias a
Dios y a la Virgen por el sacerdocio y también a ustedes, porque somos fruto de
familias, de una sociedad concreta, de sistemas educativos que van pasando año
tras año, generación tras generación, para dar respuestas a lo que el mundo
necesita y los cristianos tenemos que hacer. Les agradecemos su paciencia, su
oración y su ayuda”, indicó.