Camino a la Beatificación

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14 diciembre 2020

La devoción a la Virgen del Valle en Coronel Du Graty, Chaco

Al cerrar el Año Mariano Nacional con ocasión de los 400 años del hallazgo de la imagen de la Inmaculada Concepción en Catamarca conocida como la Virgen del Valle, los 500 años de la primera misa en territorio nacional, y preparándose al jubileo de oro parroquial, la comunidad católica vivió una novena de tres horas diarias de adoración eucarística que culminó con la coronación de la réplica de la Virgen del Valle donada a esa parroquia.

La devoción a esta advocación mariana cuenta muchos años en el “Jardín del Chaco” ya que una imagen suya se encuentra en la ermita ubicada en uno de sus accesos. Advocación que llegara de la mano de aquellos docentes catamarqueños protagonistas del origen del C.E.P N° 49 y que dejaron gran parte de su vida y su impronta en la institución; devoción que continúa de la mano de la familia que donó la réplica que fuera coronada con una corona realizada por artesanos salteños inspirada en la corona otorgada por el Papa León XIII en 1891.


La comunidad de la parroquia de la Asunción de la Virgen María, en el contexto de la desescalada en la pandemia mundial, viene retomando pequeñas actividades en las últimas semanas. Sin embargo, lo de esta novena preparando esta fiesta tan querida sobre todo para los chaqueños del sudoeste chaqueño fue algo único: grupos de fieles se turnaron durante horas frente al Santísimo Sacramento solemnemente expuesto en el templo parroquial en un silencio estremecedor solo roto por algún canto de alabanza y hacia la culminación de cada tarde con el rezo del Santo Rosario.

El pasado martes 8 de diciembre en horas de la tarde, el templo albergó la solemne celebración en que en un trono exquisitamente engalanado la imagen de la Virgen lució un manto bordado a mano por señoras de la comunidad y donde fue coronada.


En la ocasión, el párroco del lugar predicó acerca de la doctrina de la Inmaculada Concepción subrayando que en esta fiesta no se celebra un mérito de María sino la maravilla de Dios en una de sus criaturas preparada de un modo especialísimo para llevar adelante una misión específica dentro del plan de salvación al que fue asociada, y por ello participa de la soberanía de Jesucristo sobre el cielo y la tierra lo cual se expresa al dotar de coronas las imágenes de la Madre de Dios.