Mons. Urbanc: “Que la muerte y la resurrección
de Jesús produzcan un cambio en nuestra vida”
El
Viernes Santo, la Iglesia celebró la Pasión del Señor durante una jornada en la
que sucedieron los actos de piedad en los distintos templos y lugares de
devoción. En la Catedral Basílica de Nuestra Señora del Valle, la ceremonia
central se llevó a cabo a las 17.00, presidida por el Obispo Diocesano, Mons.
Luis Urbanc, quien en el inicio de la misma se postró frente al altar junto a
los sacerdotes concelebrantes como signo de humildad.
Luego
de la Liturgia de la Palabra, que incluyó el relato de la Pasión de Jesús, el
Pastor Diocesano se dirigió a los fieles presentes manifestando que con su
muerte y resurrección, Jesús “pudo devolvernos a los
seres humanos de todos los
tiempos la posibilidad de la comunión con Dios, esa comunión que ha sido rota
en el paraíso por parte de nuestros primeros padres, aquellos que representaban
el origen de toda la humanidad”. Por eso, “frente a este misterio, a este
hecho, tenemos que callar y meditar, contemplar y pedir humildemente a Dios que
nos dé la gracia de percibir, de darnos cuenta y de sentir en el corazón lo que
significa esta muerte. Sabemos que no es sólo muerte sino que está
estrechamente unida a la resurrección”.
Mons.
Urbanc pidió a la Virgen que “así como ella supo acompañar en silencio el
padecimiento y la muerte horrenda de Jesús, nos ayude a valorar esta muerte de su
Hijo y a comprometernos a no seguir pecando”, ya que “mis pecados, mis muchos
pecados, son la causa de la muerte de Jesús”.
Exhortó
a cada cristiano a valorar esta entrega generosa de Jesús, para que haya “un
cambio en nuestra vida, y empecemos a llevar una vida distinta, una vida más
semejante a la de la Virgen, más semejante a la de Jesús, una vida nueva. Para
nosotros es una oportunidad, una gracia, que la aprovechamos o la desechamos”.
En
este sentido, manifestó que “llevamos muchas pascuas en nuestra vida”, y se
preguntó “cuánto ha cambiado en nuestra vida, cuánto mejores discípulos-
misioneros de Jesús somos. Porque no sólo es contemplar la muerte de Jesús sino
contemplar su resurrección, que es lo que nos tiene que conmover para que
produzca los cambios que tenemos que producir en nuestras vidas, para que en
nuestras familias seamos desde ahora un signo de esperanza, aquellos que
propiciamos cambios en nuestro
hogar, siendo más serviciales, más amables, más
dispuestos a perdonar, más pacientes. Eso tenemos que ser en el hogar. Si esto
comienza a suceder en el hogar significa que esta Pascua ha producido en mí un
cambio, hubo una gracia que he acogido en mi corazón, para hacer creíble el
mensaje de Jesús en la vida de la sociedad”.
Luego
de la reflexión del Señor Obispo, los fieles elevaron súplicas al Padre por la
Iglesia, por el Papa, los Obispos y sacerdotes, por los catecúmenos, por
quienes creen en Cristo, por el pueblo judío, por quienes no creen en Cristo,
por quienes no conocen a Dios, por los gobernantes de las naciones, por quienes
sufren las consecuencias del pecado en el mundo.
Seguidamente,
se concretó la ceremonia de adoración de la Cruz, concretándose también en este
día la Colecta por Tierra Santa, para ayudar a los hermanos que se encuentran
misionando en los Santos Lugares,
La
jornada concluirá con el Vía Crucis viviente alrededor de la plaza 25 de Mayo,
a partir de las 20.00.
Sábado Santo - Vigilia Pascual (4 de
abril)
9.00-
Laudes.
22.00-
Vigilia Pascual.
Domingo de Pascua (5 de abril)
Santa
Misa: 7.00, 8.00, 10.00, 11.00, 19.00 y 21.00. En esta última misa participarán
cantantes líricos del Coro Estable del Teatro Colón. Al finalizar la
celebración eucarística, realizarán un mini-concierto en el Santuario Mariano.
Estará presente el tenor catamarqueño Nicolás Romero.