El sábado 25 de abril, en el
último día de sesiones de la 109° Asamblea Plenaria, los obispos argentinos
dieron a conocer el mensaje “Martirio y persecución en nuestros días”. El mismo
es fruto de la preocupación manifestada durante la reunión por las situaciones
que viven los cristianos en distintas partes del mundo. Por eso quieren “llamar la atención
sobre un aspecto de especial preocupación: la creciente e inadmisible violación
del derecho a la libertad religiosa” (Ver texto completo del mensaje).
El viernes al final de la jornada
se había celebrado la Eucaristía en Rito Armenio presidida por Mons. Vartan
Waldir Boghossián, Obispo de la Eparquía San Gregorio de Narek en Buenos Aires
de los Armenios y exarca apostólico para los fieles de rito armenio residentes
en América Latina. La misma tuvo lugar en el día en que se conmemoró el
centenario del inicio Genocidio Armenio.
Congreso
Eucarístico Nacional
Los obispos también
aprobaron la convocatoria al 11° Congreso Eucarístico Nacional que tendrá lugar
en la ciudad de San Miguel de Tucumán del 16 al 19 de junio de 2016. “Vamos a celebrar en la Eucaristía al Señor
Resucitado, adorar su presencia y agradecer su acompañamiento desde los inicios
de nuestra vida como pueblo. Por eso al lema del Congreso: “Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos” lo
acompaña la frase: “Jesucristo, pan de vida y comunión para nuestro pueblo”, dice la convocatoria.
Beatificación
de Mons. Romero
También se decidió enviar
una carta a la Conferencia Episcopal de El Salvador para expresar la adhesión y
beneplácito por la beatificación del arzobispo de San Salvador, Óscar Arnulfo
Romero, asesinado en 1980 mientras celebraba una misa. Con tal motivo La
Comisión Ejecutiva de la C.E.A. ha invitado a una Misa en Acción de gracias el
23 de mayo a las 11.00 hs. en la Catedral de Buenos Aires, presidida por el
Cardenal Mario Poli.
Encuentros
e invitaciones
En la tarde del viernes la
Comisión Episcopal de Misiones presentó el próximo Encuentro Nacional de Grupos
Misioneros, que se realizará en la ciudad de Santiago del Estero del 10 al 12
de octubre.
En la mañana del sábado, los
obispos compartieron las distintas actividades programadas por algunas
comisiones para este año.
Estuvo presente además el
presidente de la Acción Católica Argentina quien invitó a los obispos a la
Asamblea Federal de la institución que tendrá lugar en Bahía Blanca en octubre
de este año.
TEXTO
COMPLETO DEL MENSAJE DE LOS OBISPOS
Martirio
y persecución en nuestros días
“Estos
son los que vienen de la gran tribulación...
y
Dios secará toda lágrima de sus ojos” (Ap. 7, 14.17b)
El mundo asiste con horror a
un incremento de formas de violencia que, desde distintos fundamentalismos
religiosos, disfrazan intereses políticos y económicos, y afecta a muchas
comunidades y grupos humanos de diversos credos, particularmente a cristianos
en Medio Oriente, en el norte y centro de África y en otros lugares del mundo.
En este contexto de
conflictos extendidos y persistentes, queremos llamar la atención sobre un
aspecto de especial preocupación: la creciente e inadmisible violación del
derecho a la libertad religiosa. La misma ha sido proclamada por la Declaración
Universal de los Derechos Humanos y garantizada por diversas convenciones
internacionales tanto universales como regionales, obligando a los Estados a
asegurarla para todas las personas, enseñada con tanta claridad en el Concilio
Vaticano II.
Hay manifestaciones
violentas que producen especial estupor y reclaman una fuerte condena. Nos
referimos a lo que ocurre en zonas de Siria e Irak donde los cristianos
-ciudadanos de esos países y presentes en esas tierras desde hace más de dos
mil años- están siendo asesinados u obligados a dejar sus casas y ciudades sin
poder llevar consigo más que la ropa que tienen puesta, además de la destrucción
de templos y monumentos culturales que son patrimonio de la humanidad. También
señalamos lo que acontece en Nigeria, Sudán y Pakistán, donde es corriente el
secuestro –especialmente de mujeres y niñas- y las conversiones forzadas bajo
pena de muerte. Sabemos, no obstante, que la gran mayoría de los musulmanes no
se reconoce en estas atrocidades y las rechaza.
Actualmente son los
cristianos quienes sufren las mayores persecuciones. Como ha dicho el Papa
Francisco, hay muchos más mártires hoy que en los primeros siglos. Ese martirio
no distingue entre católicos, ortodoxos o evangélicos, hermanados en un
“ecumenismo de la sangre”. Nos estremece la crueldad con la cual hermanos en el
bautismo son decapitados, quemados o crucificados por el solo hecho de ser
cristianos.
Junto a la consternación que
nos provocan estos hechos de crueldad sentimos admiración por el testimonio y
la coherencia de muchos hermanos que están entregando su vida para guardar la
integridad de su fe religiosa.
Afirmamos con fuerza que
nunca la religión o el nombre de Dios pueden ser invocados para justificar la
violencia, la muerte, la destrucción y la falta de respeto a los derechos
humanos más elementales que nacen de la dignidad de toda persona. Llama la
atención la débil repercusión de esta barbarie en la prensa internacional.
Urge una acción
internacional eficaz que ponga fin a tanto sufrimiento provocados por estos
actos de brutalidad. Apelamos al deber y a la fuerza institucional de la ONU,
la Unión Europea, las organizaciones de Derechos Humanos y los diversos credos
a asumir la propia responsabilidad ante estos graves acontecimientos.
Invitamos a todos los
creyentes -católicos y no católicos- a orar intensamente pidiendo al Señor de
la historia perdón por tanto sufrimiento y sangre derramada, y que mueva los
corazones de quienes causan dolor y ofenden gravemente al Creador a cesar en
ese camino. Comprometemos a nuestras comunidades de modo particular a rezar por
esta intención el próximo 8 de mayo, Solemnidad de Nuestra Señora de Luján.
Como Obispos de la
Conferencia Episcopal Argentina, expresamos nuestra solidaridad y cercanía con
nuestros hermanos sufrientes y perseguidos, y pedimos a Jesús Buen Pastor les
conceda el consuelo y la Paz.