Como fruto del trabajo, la
contribución y la oración de muchas personas, el próximo martes 16 de abril,
durante la Misa Crismal presidida por el Señor Obispo Diocesano y concelebrada
por los sacerdotes de la Diócesis, la Catedral Basílica abrirá las puertas de
su Capilla del Santísimo Sacramento.
Es un anhelo largamente
esperado y una obra necesaria para favorecer la oración, la contemplación y encuentro con Jesús Sacramentado.
Está colocado al lado del
altar del Sagrado Corazón de Jesús, que es una invitación constante a acudir a
Él, fuente de alivio para los que están cansados y agobiados. Por ello, para el
portal de ingreso elegimos la frase “Vengan a mi…”. El Corazón abierto de Jesús
nos invita a abrir el nuestro para estar y dialogar con Él.
El estilo de la Capilla, con
líneas simples y sencillas, respeta la arquitectura neo renacentista de la Catedral Basílica,
reproduciendo algunos elementos decorativos como los capiteles dorados como
remate de columnas y pilares.
En su interior una de las
paredes quedará al descubierto para mostrar las piedras con que se construyó la
Catedral. Es la Imagen de la Iglesia en la que formamos parte a modo de piedras
vivas (1 Pedro 2,5) y el testimonio del arduo trabajo de los pobladores que
todas las mañanas, luego de la celebración de la Santa Misa, se dirigían a
recoger y traer piedras para la construcción de este hermoso Santuario.
En la parte superior oeste,
predomina un vitral en forma de cúpula en el que está plasmado el dibujo de la
Eucaristía que difunde sus rayos de luz.
En la base de los brazos de
mármol que sostienen la Custodia, en la que estará expuesto el Santísimo, está
una parte octogonal de la base del antiguo Trono de la Virgen. Con ello
queremos ligar a María con sus 400 años de historia y la presencia de Jesús
Sacramentado.
Detrás de la Custodia
preside una cruz tallada por un artesano salteño obsequiada por la Arquidiócesis
de Salta.
El piso, construido de
mármol y granito, tiene en el centro una obra de mosaiquismo elaborado por
artistas locales que representa a un pelícano
que da de comer a sus pichones de su propia sangre, al modo como lo hace Jesús
con nosotros.
El color blanco de la
Capilla fue elegido para exaltar la pureza de la presencia de Jesús
Sacramentado.
La centralidad y polaridad
eucarística de la Iglesia y toda su acción evangelizadora queda plasmada en
este espacio sagrado.
Esta obra es una ofrenda a
la Madre de Jesús Sacramentado en sus 400 años de amor, compañía y protección a
su Pueblo catamarqueño y desde Catamarca a todo el Pueblo Argentino.
Pbro. José Antonio
Díaz
Rector de la Catedral
Basílica y
Santuario de Nuestra
Señora del Valle