“Que
esta semana sea fecunda y
nos transforme el corazón"
Una multitud de fieles
participó de la Peregrinación del Pueblo, una tradición que se repite desde
hace varios años en nuestra diócesis, dando inicio a la Semana Santa, días en
que la Iglesia vive el misterio de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo.
La plaza de El Maestro fue
el punto de partida de la marcha, que reunió a las familias catamarqueñas, adultos,
niños, jóvenes y ancianos de las diferentes
comunidades parroquiales, y consagrados,
destacándose nuevamente este año la participación de los Cadetes de la Policía
de la Provincia.
A lo largo del trayecto, que
duró un poco más de dos horas, el Obispo y los sacerdotes del Decanato Capital
se distribuyeron entre los peregrinos para atender a quienes se acercaron al
Sacramento de la Reconciliación.
Mientras avanzaba la
columna, se meditaban las estaciones del Vía Crucis y entonaban canciones
acompañadas con las palmas. Las reflexiones giraron en torno a la
espiritualidad de los discípulos misioneros, temática que domina este año, el
último del trienio de la preparación para el Jubileo del 2020.
A metros de lugar donde se
levanta el portal de ingreso a la Gruta de Choya, el Obispo Diocesano, Mons.
Luis Urbanc, bendijo los ramos de olivo. Luego de la ceremonia, todos juntos,
con los ramos en alto y cantando, se encaminaron hacia la
explanada del lugar donde
fue hallada la bendita Imagen de la Virgen del Valle. Allí, el Pastor Diocesano
presidió la Santa Misa, que fue concelebrada por numerosos presbíteros.
En su mensaje, expresó que
con esta peregrinación a la Gruta “comenzamos el
gran misterio de la Pasión, Muerte
y Resurrección de Jesús”, por ello invitó a que “compartan este mensaje a todos
sus familiares, amigos, vecinos, para que aprovechemos bien esta semana, que la
vivamos intensamente, dejando de lado todo aquello que nos distrae, que nos
dispersa, buscando compartir los alimentos con los que no tienen”.
Asimismo, llamó a “mirar a Cristo
Crucificado, que la atención esté puesta en el sufrimiento redentor de Jesús y nos
conmovamos, porque si este dolor por los pecadores, que somos nosotros, no nos
conmueve, no sirve, será una semana más, entretenida, pero no fecunda, una
semana que pasó, pero que no nos transformó el corazón".
Al referirse a la Virgen
María, dijo que “en esta Gruta, donde se
hizo encontrar por los nativos, hace más
de cuatrocientos años atrás, la Santísima Virgen María nos ayude a tomar muy en
serio este misterio al cual Ella está ligada estrechamente. La Virgen es la Pura
y Limpia Concepción preparada
por Dios para concebir y alumbrar al Salvador del
mundo. No se puede separa a María de Jesús, ni a Jesús de María, van juntos. El
Salvador es Jesús, pero María, como representante de toda la humanidad, dijo sí
al plan de Dios. Por eso este lugar, este momento, que vivimos tiene particular
importancia”.
Finalmente manifestó que “tenemos
que llevar este mensaje, esta invitación y, sobre todo, la actitud de generar
un ambiente adecuado para que en cada rincón de nuestra ciudad y de nuestros
alrededores se viva con mucha el misterio de la Pasión, Muerte y Resurrección
de Jesucristo”.
Antes de la bendición final,
el Pbro. Sergio Chumbita, responsable de la Pastoral Misionera Diocesana, comentó
que con ocasión de la celebración de los 400 años del hallazgo de la Imagen de
Nuestra Madre del Valle, el Año Mariano Nacional y el
Congreso Mariano
Nacional, el año que viene, se lanzó la misión y se puso a disposición, tanto
la celebración para hacer en los hogares que se visite, como una guía para los
misioneros. También ofrecen la animación misionera, una formación para ayudar a
visitar a nuestros hermanos.
Además, se pedirá el gesto
de hospedar a los congresistas, que llegarán a nuestra ciudad el próximo año.