Entre los
días 17 y 18 de diciembre, la parroquia Inmaculada Concepción, en el departamento
El Alto, fue sede del primer campamento interparroquial, que se llevó a cabo en
Guayamba, organizado por los sacerdotes del Decanato Este de la Diócesis de
Catamarca, los Pbros. Eugenio Pachado, de El Alto; Humberto Carrizo, de
Ancasti; Gustavo Flores y Facundo Brizuela, de Recreo, y la participación del Pbro.
Lucas Segura, Asesor Diocesano de la Pastoral Juvenil. El lema del campamento, que congregó más de 80
adolescentes y jóvenes del Decanato Este catamarqueño estuvo centrado en el tiempo
de Adviento: “María de la esperanza, prepáranos para recibir a Dios”.
En la mañana
del miércoles 17, a partir de las 10.00, arribaron a la localidad adolescentes
y jóvenes venidos de
las parroquias de San Roque, departamento La Paz, e
Inmaculada Concepción, departamento Ancasti, acompañados por sus respectivos
sacerdotes. Por el departamento El Alto participaron chicos de la localidad de
Guayamba, donde se concretó el campamento, y también de la Villa El Alto.
En los días
que compartieron, los jóvenes desarrollaron variadas actividades, desde
momentos de misión y espiritualidad, hasta juegos, charlas y deportes, siempre
acompañados por cinco sacerdotes y cinco seminaristas.
Los jóvenes
vivieron intensamente la Adoración Eucarística en la noche del miércoles y
pudieron acercarse al Sacramento de la Reconciliación, el jueves.
El campamento
finalizó en la tarde del jueves 18 con la celebración de la Santa Misa, que fue
presidida por el Pbro. Facundo Brizuela y concelebrada por el P. Lucas Segura y
el P. Eugenio Pachado.
El Pbro.
Lucas Segura, durante su homilía, animó a los jóvenes a que se “jueguen por
Cristo y la Iglesia”. Y que no se dejen vencer por la desidia y
tantas cosas mundanas. También les dijo que “busquen los valores y que los
hagan notar en la sociedad, en la familia y en la escuela”.
Por su parte, el Pbro. Eugenio Pachado consideró
que “los adolescentes y jóvenes deben tener estos espacios, que nosotros
(los sacerdotes) debemos impulsarlos. No debemos tener miedo a soñar con ellos,
a vivir con ellos, a crear lazos nuevos con ellos”. También agregó que “debemos
lograr lo que hacían aquellos sacerdotes santos que se jugaban por los jóvenes
y así los sacaban del ocio de los vicios, de tantas cosas malas. Les mostraban
a Dios y le cambiaban la vida”.
Asimismo, agradeció a quienes
colaboraron para que el campamento se realice: Municipalidad de El Alto,
Municipalidad de Recreo, familias, Consejo de Pastoral de la comunidad de Nuestra
Señora del Valle, comerciantes y a quienes dedicaron su tiempo en la cocina, en
la limpieza. A los sacerdotes y a los seminaristas que acompañaron a los
participantes del campamento.