Nuevamente, un buen número
de personas se dio cita ante la Imagen cuatro veces centenaria de la Virgen del
Valle, para pedir por la vida del niño por nacer y su madre. Ubicados en la
nave central y laterales de la Catedral Basílica y Santuario Mariano, niños,
jóvenes, adultos y abuelos recitaron con los labios y el corazón las Avemarías
de los cinco misterios de la oración predilecta de Virgen María. A Ella le
confiaron la intención que cada sábado ponen en sus manos maternales con fe y
esperanza.
Como en otras oportunidades,
la propuesta mariana por las dos vidas se vivió en un clima de mucha paz
interior y alegría por el encuentro.
Al concluir el Santo
Rosario, se entonó con mucha emoción la canción dedicada al niño por nacer.