El templo de la Sagrada
Familia, ubicado en el barrio Villa Cubas, fue el lugar elegido para dar
gracias a Dios por el cumpleaños N° 204 de la Patria, durante la Santa Misa
presidida por el Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc, en la soleada mañana
dominical. En torno al altar se congregaron las principales autoridades
provinciales, encabezadas por la Señora Gobernadora, Dra. Lucía Corpacci, quien
estuvo acompañada por su gabinete; municipales, entre ellas la presidenta del
Concejo Deliberante de San Fernando del Valle de Catamarca, Srta. María Jimena
Herrera; miembros de los poderes Legislativo y Judicial;
jefes de las fuerzas de seguridad; y vecinos del sector, quienes se sumaron gozosos
a esta acción de gracias.
En el inicio de su homilía, Mons.
Urbanc se refirió a la Palabra que Dios correspondiente
al sexto domingo de Pascua, expresando que “en medio
de un mundo en el que todo parece cambiar, y no siempre para bien; en el que lo
que antes era malo ahora parece ser bueno; en el que cada uno pretende tener su
propia verdad, o peor aún cuando ya se ha renunciado a la búsqueda o al
reconocimiento de la verdad; en el que la libertad es muchas veces pretexto
para desenfrenos de toda clase; en el que los valores son relativizados o
negados, la Iglesia, como atenta y obediente discípula, cuenta con el Maestro
interior que, entre los avatares de la historia, nos lleva hacia la plenitud de
la verdad”.
Con espíritu fraterno y solidario
En otro
tramo de su predicación, el Pastor Diocesano se explayó sobre la fecha patria
que celebramos, no sin antes recordar que “en nuestro
país, desde el primer gobierno patrio, se celebra el Te Deum todos los 25 de
mayo, agradeciendo a Dios por el surgimiento de la Nación Argentina, que
proclamaría su independencia formal y en clave federal, el 9 de julio de 1816,
en San Miguel de Tucumán. En su historia, la Iglesia siempre ha acompañado con
su trabajo y oración el crecimiento de la Argentina, promoviendo el desarrollo
integral de sus habitantes”.
Luego enfatizó que “la
Patria es un don que hemos recibido, la Nación una tarea que nos convoca y
compromete nuestro esfuerzo. Asumir esta misión con espíritu fraterno y
solidario es el mejor modo de celebrar el Bicentenario de nuestra Patria, 2010
- 2016. Los cristianos invitamos a todos los hombres y mujeres de buena
voluntad a unirse a nosotros en la oración para invocar al Señor, que es la
fuerza de su pueblo, y a pedirle por nuestra querida Patria argentina: Salva a tu
pueblo y bendice tu herencia; apaciéntalos y sé su guía para siempre".
Asimismo, compartió una
serie de máximas en torno a la Patria, que luego dejó en manos de la Señora
Gobernadora el texto completo de su prédica.
Para finalizar puso bajo el cuidado de
la Sagrada Familia de Nazareth, Patrona de la parroquia anfitriona, “a nuestros niños y adolescentes, jóvenes, adultos y ancianos, enfermos
y desocupados, adictos y privados de libertad, profesionales y empresarios,
docentes y médicos, políticos y gobernantes, pobres y ricos, periodistas y
artistas, policías, soldados y gendarmes, a fin de que todos vivamos en paz,
unión, amor, equidad, prosperidad y amistad en este bendito suelo argentino”.
Continuando con la
celebración, las autoridades presentes acercaron al altar los dones del pan y
del vino, intercambiaron el saludo de paz, recibieron la Sagrada Eucaristía y
recibieron la bendición final. La celebración se vivió en un clima fraterno y
con vivas a la Patria.