Este domingo 25 de mayo, a las 18.05, en la
provincia de Córdoba, falleció el Obispo Emérito de Catamarca, Mons. Elmer
Osmar Ramón Miani, quien gobernó la diócesis catamarqueña durante 17 años. Sus
restos serán trasladados a la ciudad capital de Catamarca para ser sepultados
en la Catedral Basílica de Nuestra Señora del Valle.
Mons. Miani tenía 81 años de edad,
cumplidos el pasado 23 de abril, ocasión en que un grupo de sacerdotes de
Catamarca viajó expresamente para compartir con él este acontecimiento en su
lugar de residencia, el Hogar San Camilo de Lelis, ubicado en la localidad de
Argüello, de la provincia de Córdoba.
El Obispo Emérito había nacido en Villa
Concepción del Tío, provincia de Córdoba, el 23 de abril de 1933. Fue ordenado
sacerdote el 20 de setiembre de 1958; elegido Obispo Titular de Ceciri y
Auxiliar de Córdoba, el 7 de noviembre de 1983 por Juan Pablo II; ordenado
obispo el 12 de diciembre de 1983 en Córdoba por el cardenal Raúl Francisco
Primatesta, Arzobispo de Córdoba (co-consagrantes: Mons. Cándido Genaro
Rubiolo, Arzobispo de Mendoza y Mons. Jesús Arturo Roldán, Obispo Auxiliar de
Córdoba; trasladado como Obispo Diocesano de Catamarca el 19 de diciembre de
1989, tomó posesión el 3 de marzo de 1990; renunció por edad el 27 de diciembre
de 2007.
El Obispo presidirá la misa en la parroquia
del Sagrado Corazón de Jesús
La Iglesia de Catamarca, agradecida por su
intensa acción pastoral durante su episcopado, eleva súplicas al Padre por el
eterno descanso de su alma en todas las misas que se celebran en la Catedral
Basílica de Nuestra Señora del Valle y los templos del territorio diocesano.
Hoy a las 20.00, en la parroquia del
Sagrado Corazón de Jesús, donde se encuentra finalizando su visita pastoral, el
Obispo de Catamarca, Mons. Luis Urbanc, presidirá la Santa Misa rogando por el
alma de su antecesor.
Su despedida: “Mi corazón y mi oración no
tienen otra meta que la Iglesia de Catamarca”
El lunes 28 de mayo de 2012, al día
siguiente de la fiesta de Pentecostés, el Obispo Emérito de Catamarca, Mons.
Elmer Osmar Miani, se despidió de la diócesis, luego de permanecer en la tierra
de la Virgen del Valle durante 22 años y 17 en el gobierno eclesiástico, al que
renunció debido a problemas de salud.
Desde el ambón dio su mensaje
El día anterior, celebró la Santa Misa en
cuya homilía, Mons. Miani dijo: “Mi despedida transitoria de Catamarca la
quiero hacer desde la perspectiva de Pentecostés. Después de 22 años de
compartir con ustedes, en este momento, mis fuerzas me dicen que tengo que buscar
otra posibilidad de vida. Lo que hice, lo hice, y el Espíritu de Dios sabrá
discernir si lo hice bien o mal. Espero que la misericordia del Señor juzgue
bondadosamente lo que hice. De ustedes me quiero despedir simplemente con un
‘muchas gracias’, y un ‘perdón’ por todo lo malo que he hecho”.
El aplauso de los presentes
Luego recalcó emocionado: “Yo no estaré
aquí, pero yo soy obispo de aquí. No soy
el obispo que ejerce la responsabilidad pastoral, pero cuando me ordené
obispo y cuando llegué a Catamarca, me dieron un anillo, que me decía que ésta
era mi esposa muy amada. No estaré aquí, sin embargo, seguiré caminando con la
Diócesis de Catamarca. Mi corazón y mi oración no tienen otra meta, no tienen
otro destino, no tienen tampoco otras expectativas. Lo único que me queda como
expectativa es simplemente que la Iglesia de Catamarca crezca como cuerpo de
Cristo en la línea que nos mostró hoy la Carta de Pablo a los Corintios sobre
el cuerpo místico de Jesucristo. Es lo único que tiene sentido, y esto es
también lo único que le da sentido a mi vida ahora. Con mi gratitud, mi cariño,
les dejo mis saludos, a todos, mis ‘muchas gracias’ y a todos pido perdón”.
Hacia el final imploró: “Que la Virgen del
Valle sostenga, alimente, anime con los apóstoles pidiendo a Jesús la gracia
del Espíritu para que ésta sea la Iglesia de Jesús ahora, aquí en la tierra, y
para siempre gloriosa en el cielo, donde estaremos todos juntos con la ayuda de
Dios”.
Sus palabras fueron cerradas con un fuerte
y sostenido aplauso de la asamblea, que inundó el recinto sagrado.