Con motivo de
cumplirse el 188 º aniversario del nacimiento del Siervo de Dios Fray Mamerto
Esquiú, el domingo 11 de mayo, se celebró la Santa Misa pidiendo por
su pronta Beatificación y Canonización en el templo parroquial de San José,
ubicado en su tierra natal, Piedra Blanca, localidad del departamento que lleva
el nombre del fraile catamarqueño. La Eucaristía fue presidida por el Pbro. Julio
Murúa, párroco de la jurisdicción, y concelebrada por el Pbro. Oscar Tapia,
responsable de las Pastorales Bíblica y Universitaria, y del Centro Educativo
Cultural Nuestra Señora del Valle.
En la oportunidad también
se realizaron homenajes cívicos, que contaron con la presencia de autoridades
provinciales y municipales, encabezadas por la Sra. Gobernadora
de Catamarca, Dra. Lucía Corpacci, y el Vice
Gobernador, Dr. Dalmacio Mera, y
el Señor Intendente de Fray Mamerto Esquiú, Dn. Humberto Valdez; un marco
especial brindaron los abanderados de
Durante su homilía,
el Pbro. Oscar Tapia, enmarcó la ocasión que los congregaba: “Este domingo de
Pascua, en que celebramos la imagen del Buen Pastor, por providencia de Dios
también nos sorprende celebrando un momento patrio muy importante, la fiesta de
nuestro Himno, y para nosotros, los catamarqueños, el recuerdo, la memoria de
nuestro ejemplar hombre Fray Mamerto Esquiú. Por eso es hermoso estar aquí, en
Piedra Blanca, el pueblo con todas las autoridades, todos rezando, y quizás el
Señor quiera que esto sea lo central: rezar. Pidiendo por la pronta
beatificación y canonización del Padre Esquiú”.
Refiriéndose a la
figura del Pastor, que es Cristo, modelo de autoridad, dijo que “es la imagen
del líder, del jefe, del conductor, es el que conoce a su pueblo, el que se
ocupa y busca al perdido y tiene un trato personal con las personas”.
Con respecto al Siervo
de Dios Fray Mamerto Esquiú, expresó: “El Señor en su providencia nos ha
regalado a los catamarqueños un gran pastor. Un pastor del siglo XIX, un hombre
que en una corta vida ha hecho tanto. Era un hombre íntegro, conocía de
filosofía, dominaba el latín, entendía y hablaba italiano y francés sin salir
de Catamarca. Tenía una educación exquisita, tenía un sentido crítico de su
tiempo. Este es nuestro pastor”.
Al hacer hincapié
en el episcopado de Esquiú, el P. Tapia destacó que “en la figura polifacética
podríamos decir tantas cosas, el orador, el hombre de Dios, el fraile, el cura,
el
periodista, el profesor, el teólogo, pero nos quedemos con la del pastor.
Después de negarse al episcopado, por su humildad acepta y éste fue corto,
desde 1881 hasta 1883, pero en él dejó su vida”. Asimismo, citó una de las
primeras cartas que envió como Obispo, en la que el Padre Esquiú dice: “Me
alegro que Iglesia y Estado, cada uno en su función y sus tareas, podamos trabajar
por el bien del ser humano”.
Esquiú sigue siendo un faro para nuestro pueblo
Para finalizar su
prédica, el sacerdote expresó: “Es una gracia de Dios venir a celebrar el Buen
Pastor y honrar a este hombre que nos ha dado Catamarca, que sigue siendo un
faro, un guía. Lo tenemos que conocer, en el XIX no hubo franciscano más grande
en el país que el Padre Esquiú”. Y proponiendo acciones para la pronta elevación
a los altares animó a “hacer una jornada de oración, que el 11 sea una jornada
íntegra de todo el día, con Eucaristía, con adoración al Santísimo, pedirle al
Señor que nos deje honrarlo en los altares. Si se lo pedimos nos lo va a conceder,
tenemos que pedir más”.
También exhortó a
todos, a que “tenemos que conocerlo, no se ama lo que no se conoce, y los
catamarqueños ahora lo ignoramos. Sigue siendo pobre nuestro recuerdo, nuestro
homenaje, nuestro conocimiento”; y propuso que se tengan libros de texto en las
escuelas secundarias sobre la historia del Orador de la Constitución.
Luego de la Liturgia de la Palabra , en el momento de
presentar las ofrendas al Señor, las autoridades presentes acercaron los dones
al altar junto con las oraciones de todo el pueblo por un pronto milagro del
Padre Esquiú.
Al finalizar la Eucaristía , se
desarrolló en el mismo templo parroquial el acto protocolar de homenaje a Fray
Mamerto Esquiú en la tierra que lo vio nacer, que contó con las palabras de la Sra. Gobernadora
y del Vice Gobernador, quienes destacaron su reciente viaje a Roma y su
encuentro con su Santidad el Papa Francisco para presentar los pedidos de los
catamarqueños por la pronta beatificación del Siervo de Dios Fray Mamerto de la Ascensión Esquiú.
También se compartió
el mensaje del Secretario personal del Papa, Mons. Guillermo Karcher, enviado
como salutación por el aniversario del natalicio del fraile catamarqueño.