El sábado 17 de mayo culminaron
las festividades en honor a Nuestra Señora de la Dulce Espera, en el oratorio ubicado
en el barrio Piloto, perteneciente a la Parroquia Santa Rosa de Lima, en la
ciudad capital.
La novena se inició el jueves
8 y finalizó el viernes 16, bajo el lema "Feliz de Ti por haber
creído", en el contexto del Año Diocesano de la Niñez y la Adolescencia.
El sábado 17 a las 17.30 se
realizó la Solemne Procesión con las imágenes de Nuestra Señora de la Dulce
Espera y Santa Rosa de Lima, desde la rotonda de la calle Ayacucho y Maximio Victoria
hasta el oratorio donde se celebró la Santa Misa presidida por el párroco Pbro.
Armengol Acevedo. Al concluir se bendijo a las madres embarazadas.
Jesús
es el camino para conocer a Dios
En su predicación, el
sacerdote se refirió a las religiones como caminos para conocer a Dios. En este
sentido dijo que “Dios Padre, para que no nos equivoquemos en el camino de la
búsqueda, nos puso a su Hijo, que es imagen de Él, al que hizo hombre, para que
sea nuestro camino, para que por Él lo conozcamos. Por eso en el Evangelio,
cuando Felipe le dice a Jesús: ‘Muéstranos
al Padre y eso nos basta’, es cierto porque solo Dios llena al hombre. Las
cosas de este mundo nos pueden gustar un rato, luego nos cansan, no nos gustan
más. Porque no nos basta”.
En otra parte, manifestó que
“el mejor y más grande conocimiento que podemos tener del Padre tiene un
camino: Jesucristo. En el Padre está la Vida y la Verdad que todos deseamos y
Jesús nos las comunica. Eso significa ‘Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida’. Como hombre, Jesús es el Camino,
como Hijo de Dios es nuestra Vida y
nuestra Verdad. Éste es el sentido de nuestra vida cristiana: lo conocemos a
Dios y vamos a Él sólo por su medio de
su Hijo Jesús”.