El sábado 24 de mayo, en el Predio Ferial
Catamarca, se llevó a cabo el Encuentro Diocesano de Niños y Adolescentes, que
reunió a cerca de mil personas provenientes de distintos puntos de la diócesis
catamarqueña, entre los que se contaron niños y adolescentes de las parroquias
y colegios confesionales, padres, catequistas, docentes, coordinadores de
grupo, secretarios, servidores y 14 sacerdotes acompañando a los fieles de sus
comunidades. La convocatoria se inscribe entre las acciones con motivo del Año
de la Niñez y la Adolescencia, en el marco de la Misión Diocesana Permanente
que transita la Iglesia en Catamarca.
Desde las primeras horas del
día, comenzaron a arribar las delegaciones al Predio Ferial con banderas,
pañuelos y bufandas, pintando de los colores misioneros la fresca mañana.
Mientras el equipo de secretaría acreditaba a los recién llegados, el grupo
Yanai Ministerio de Música y miembros de la Pastoral del Colegio del Carmen y
San José animaban el ingreso al salón donde se desarrollaron las actividades.
El acto de apertura dio
inicio con el ingreso de la imagen del Niño Jesús hasta el frente del
escenario, y la oración de la mañana, invocando al Espíritu Santo para que se
haga presente en sus corazones y les permita aprovechar del encuentro, que fue
presidida por el Pbro. Sergio Chumbita, Director Diocesano de las Misiones y
responsable de la organización de la convocatoria. Luego rezaron y cantaron a
la Virgen María, Madre de Jesús y de todos los cristianos.
A continuación, alumnos del
Colegio del Carmen, acompañados por el Prof. Guillermo Bordón, brindaron una
representación teatral referida a distintas situaciones que viven a menudo en
sus hogares los niños y los adolescentes. Este fue el eje motivador del trabajo
grupal que tuvo lugar seguidamente. Los grupos fueron conformados por niños o
adolescentes de diferentes parroquias para una mejor integración y estuvieron
bajo la coordinación de
catequistas, misioneros, docentes y agentes de
pastoral, quienes se prepararon con antelación para facilitar y promover la
participación de todos.
En la primera etapa del
trabajo, denominada Catequesis Misionera, se creó un espacio de diálogo sobre
las situaciones que viven cotidianamente en su familia, escuela o club,
propiciándose un espacio de escucha a los chicos.
El segundo momento fue de
Espiritualidad Misionera, en el que a partir de lo charlado y propuesto
anteriormente, se presentaron como signos panes y peces en los que cada uno
colocó una intención, un pedido o acción de gracias a Jesús, que los llama a su
encuentro y siempre está dispuesto a escucharlos. Luego cada grupo elevó una
oración y se bendijeron mutuamente.
“Somos discípulos misioneros
de Jesús”
Al finalizar el trabajo en
comisiones, al mediodía se celebró la Santa Misa presidida por el Pbro.
Santiago Granillo, responsable de la Pastoral Diocesana de la Niñez, y
concelebrada por sacerdotes venidos de los decanatos para vivir este encuentro
de los predilectos de Jesús y opción de la Iglesia local. También participaron
de la Eucaristía, monaguillos de todos los decanatos presentes.
Durante la Liturgia de la
Palabra, participaron especialmente niños leyendo las lecturas, y el Salmo fue
cantado por el Coro de Niños Municipal, dirigido por la Prof. Cecilia
Colla.
En su homilía, el P.
Granillo mantuvo un fluido diálogo con los niños y adolescentes. Destacó en
primer lugar que Jesús fue quien los llamó y eligió personalmente a participar
del encuentro y compartir la jornada. “Él nos eligió y nos apartó en este día
del mundo, nos trajo de nuestra casa, de nuestra parroquia, de nuestras
comunidades para
que nosotros estemos aquí con su Madre y con muchos hermanos.
Él nos eligió y por eso nosotros somos sus discípulos. Y no sólo sus discípulos
sino sus discípulos misioneros, porque Él nos eligió antes de estar nosotros en
el seno de nuestra mamá”. Destacó que “un discípulo de Jesús aprende de Él
porque es su maestro, aprende a amar como su maestro. Y empieza a dar la vida,
como Él lo hizo por todos nosotros.”
Junto a los cientos de niños
y adolescentes presentes repitió a viva voz: “Somos discípulos misioneros de
Jesús”, para que no lo olviden nunca. Antes de finalizar, les dejó como tarea
para la vida, cinco consignas para crecer como discípulos misioneros: cuidar la
amistad con Jesús, escuchar su palabra, vivir la Eucaristía con alegría, amar a
la Iglesia y llevar a Jesús a los demás”.
En el momento de las
ofrendas, niños y adolescentes representantes de cada decanato de la Diócesis,
acercaron al altar junto a los dones de pan y vino, los trabajos realizados en
los grupos: panes y pescados con sus intenciones y acciones de gracias al
Señor.
Finalizada la celebración
eucarística, compartieron el almuerzo a la canasta en los respectivos grupos de
trabajo. Los 120 servidores del grupo Enlace-Servicio dispusieron los alimentos
entre todos los presentes y estuvieron a completa disposición durante toda la
jornada, para que todos pudieran vivir plenamente el encuentro.
Al retomar las actividades
por la tarde, los niños y adolescentes compartieron con los miembros de su
misma parroquia o colegio su experiencia de la jornada. Para finalizar,
elaboraron propuestas de acciones pastorales concretas que tanto niños como
adolescentes deberán realizar en sus comunidades de origen, a fin de dar a
conocer lo vivido y trabajado durante el encuentro.
Como cierre del encuentro,
se encomendaron a la Madre del Valle con cantos y oraciones, pidiéndole su
bendición para todos los niños y adolescentes de la diócesis. Con la alegría
característica de los pequeños, se despidieron unidos en Cristo.