Mil personas vivieron el concierto de música y oración de la Hermana Glenda
En
la noche del miércoles 6 de diciembre, se llevó a cabo el recital de oración de
la Hermana Glenda, quien trajo desde España una novedosa propuesta de
evangelización a través de la música. Su presencia en Catamarca se inscribe en
las actividades con ocasión de las fiestas en honor a Nuestra Madre del Valle y
del cierre del Año de la Formación de los Discípulos Misioneros, primero del
trienio de preparación para la celebración del Jubileo por los 400 años del
hallazgo de la Sagrada Imagen en la Gruta de Choya, en 2020.
En
torno a la idea «por qué temas si nada es imposible para Dios», la consagrada
animó la oración de las mil personas reunidas en las instalaciones del Polideportivo
Capital Fray Mamerto Esquiú. Entre los asistentes, en su mayoría catamarqueños,
se destacó la presencia de hermanos provenientes de La Rioja, Chilecito,
Aguilares, Santiago del Estero, Mar del Plata y Corrientes.
Durante
el recital de oración, que se desarrolló en dos partes, una de prédica y otra
de oración, la Hermana compartió canciones de su amplia discografía pero sobre
todo aquellas incluidas en su último CD «Nada te turbe».
En
la primera parte del concierto la gente acompañó coreando las canciones pero,
sin dudas, el momento más intenso, profundo y hermoso fue la adoración al
Santísimo Sacramento. El Padre José Antonio Díaz, Vicario Episcopal de Pastoral,
expuso el Santísimo y luego, por espacio de una hora, Glenda guió la oración
llevando a los presentes a estar ante la presencia de Dios en un profundo
silencio.
“Fue
una hermosa experiencia”, indicaron los organizadores, quienes agradecieron a
las instituciones gubernamentales y eclesiales que colaboraron para la realización
de esta
novedosa propuesta evangelizadora a través de la música.
Por
su parte, Glenda se mostró muy agradecida por la calidez de los catamarqueños.
“Me enseñaron a querer a la Virgen del Valle”
Previo
al comienzo del recital, la Hermana Glenda brindó una conferencia de prensa en
la que contó que es la primera vez que visita Catamarca. “Nunca había estado
aquí, solamente pasé en varias oportunidades durante cinco años en mi época de
juventud, cuando viajaba a mi pueblo en
Chile mientras vivía en Concepción de
Tucumán. Pero nunca había estado en esta tierra tan bonita de la Virgen del
Valle, a quien se la quiere mucho en Tucumán y me enseñaron a quererla”, dijo.
También
contó que su llamada a la fe se dio “a través de una duda, que ahora veo como un
regalo, porque a partir de la duda empiezo a buscar y me encuentro con Jesús,
tengo un encuentro personal con Jesús. Así comienzo mi trabajo como misionera,
estuve en Concepción, después me fui a Roma, España, Italia, Portugal. Y luego
empieza este tema de la música, cuando un día me invitan a cantar en el año
2002 ante el Papa Juan Pablo II en la
Jornada Mundial de la Juventud. Les gusta
mucho como canto y me empiezan a llamar de distintas partes del mundo a cantar
y predicar. En el año 2002 empieza la hermana Glenda que ustedes conocen, que
se dedica desde ese año a evangelizar a través de la música”.
Asimismo,
expresó que la inspiración de sus canciones pasa por su encuentro con Dios a
través de la Palabra. “Soy de ir a la capilla a orar, rezo mucho por la lectio
divina, que es un método de oración muy antiguo, en que vas leyendo la Biblia despacito
dándole tiempo al Espíritu Santo para cuando Dios quiera regalarte una palabra
para consolarte, corregirte, te toca el corazón”.
La
Hermana Glenda contó que además de llevar sus canciones por distintas partes
del mundo, ejerce su profesión de psicóloga. “Me dedico a viajar por el mundo
durante un mes llevando mis canciones y el resto del año trabajo en mi
diócesis, como psicóloga ayudo a personas con dificultades, doy conferencias,
asesoro colegios para la evangelización, porque soy profesora también”.
La
consagrada también tiene una fundación que atiende a hermanos necesitados.