“Este valle está destinado a ser testimonio viviente de la
Providencia para quienes llegan atraídos por la Madre celestial”
Durante
la mañana del viernes 8 de diciembre, Fiesta de la Inmaculada Concepción, se
celebró la Misa Solemne, principal celebración eucarística de la jornada, en la
cual rindieron su homenaje a la Madre Morena del Valle, Patrona del
Paracaidismo Militar, los integrantes del Ejército Argentino, quienes llegaron
corriendo en postas desde Córdoba, y se rogó por los 44 tripulantes del
desparecido submarino ARAS San Juan. También se pidió por los nuevos legisladores
tanto provinciales como municipales que asumen sus mandatos.
La
Eucaristía fue presidida por el Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc, y concelebrada
por sacerdotes del clero catamarqueño y otros venidos de diócesis hermanas, en el
altar mayor de la Catedral Basílica y Santuario Mariano, templo que se vio
desbordado por la gran cantidad de fieles y peregrinos que llegaban
incesantemente a visitar a la Madre del Valle.
En
su homilía, Mons. Urbanc expresó: “Cada año, como pueblo creyente, queremos
celebrar con gran regocijo a la que es Madre de Dios y Madre nuestra, en su
renombrada advocación de ‘Virgen del Valle’, o para muchos en la tierna y familiar
expresión, ‘Morena del Valle’ o ‘Madrecita del Valle. En fin, ahora no importan
los nombres, pues nuestros ojos la contemplan a Ella y, con Ella, al Buen
Jesús”.
Luego,
destacó que “en esta Misa los invito a que recemos de un modo particular por
las nuevas autoridades legislativas, tanto provinciales como municipales, que
en breve asumirán el mandato que el
electorado le ha confiado. Que la Madre del Valle los ayude a ser fieles y
responsables con su misión”. Y agradeció a “las autoridades que participan de
esta celebración, que es de precepto, y a los paracaidistas que acaban de
llegar corriendo desde Córdoba para homenajear a su Dulce Protectora.
Bienvenidos, y gracias por su servicio a la Patria, a la Familia y a Dios”.
En
alusión al tiempo de preparación que vive la diócesis local camino a la
celebración de los 400 años del hallazgo de la Sagrada Imagen, afirmó que “en
esta celebración ofrecemos a Dios, nuestro Señor, el esfuerzo que hicimos para
formarnos como discípulos-misioneros, a fin de disponernos mejor, para
celebrar, en el 2020, los 4 siglos de presencia ininterrumpida de esta sagrada
imagen, con que la Providencia divina engalanó este valle, flanqueado por el
Ambato y el Ancasti, y destinado a ser testimonio viviente de ella para todos los
argentinos y demás personas que lo visiten, atraídos por la Madre celestial”.
“A
su vez, le presentaremos y confiaremos a la Virgen Fiel la temática que nos
propusimos para este segundo año de preparación: ‘La Piedad Popular’. Deseo que
acojan con buen ánimo y entusiasmo el desafío para que la aprecien más y nos
alimentemos mejor de esta moción del Espíritu Santo, para el bien y la
fecundidad de toda la Iglesia. A la vez que nos dispondrá mejor para participar
en el IV Congreso Mariano Nacional del que seremos anfitriones en el 2020. Por
eso les pido de corazón que desde ya dispongan su corazón y sus hogares para
recibir a miles de congresistas”.
Ante
la Imagen bendita, el Obispo y todo el pueblo rezó la oración de preparación
para el Jubileo del 2020. Tras lo cual, los jefes de la IV Brigada
Aerotransportada y de la Agrupación de Fuerzas Especiales de Córdoba entregaron
un recordatorio y las intenciones de los integrantes de la fuerza de seguridad
y sus familias, para que sean depositadas a los
pies de la Patrona de los
Paracaidistas, las cuales fueron recibidas por el Señor Obispo. Este gesto fue
rubricado con un fuerte aplauso de toda la asamblea reunida a los pies de la
Madre Morena.
Por el ARAS San Juan
Antes
de la bendición final, el Jefe de la IV Brigada Aerotransportada de Córdoba,
Comandante Guillermo Pereda, manifestó: “Los paracaidistas argentinos, desde
nuestros inicios hace 74 años, cada vez que nos ponemos ante la puerta del avión
pensamos que saltamos por la puerta con el cuerpo confiado en la tela y puesta
el alma en las manos de Dios. Eso es lo que ilumina nuestro espíritu y desde
principios del siglo XX cuando el Regimiento de Infantería 17 se asentó en esta
ciudad, el Ejército Argentino venera a la Virgen del Valle. Los paracaidistas
en particular, a partir de fines de la década del ’60, cuando ese Regimiento de
Infantería fue convertido en paracaidista, dependiente de la IV Brigada
Aerotransportada de Córdoba, nunca faltó a las festividades de la Virgen y
nunca dejó de agradecer todas las bendiciones que tuvo en esta actividad
riesgosa del paracaidista. De hecho vemos en la Imagen de la Virgen en su lado
izquierdo el brevet dorado del paracaidista militar argentino”.
“En
esta ocasión, una vez más en compañía de los paracaidistas de la Agrupación de Fuerzas
de Operaciones Especiales de la Escuela de Paracaidistas, nuestro comandante de
la Fuerza de Despliegue Rápido y de todos los oficiales y suboficiales y
soldados de la Guarnición Córdoba, un grupo de peregrinos los representó
habiendo salido el día miércoles desde nuestra ermita de la Virgen del Valle en
el Aeródromo de la Mezquita en la Guarnición Córdoba, realizando 440 kilómetros
en postas de 5 kilómetros en forma ininterrumpida”, comentó.
Asimismo
señaló que “venimos agradeciéndole a Nuestra Madre por todos nuestros logros,
por el éxito que ha tenido el adiestramiento operacional en este año, las
distintas actividades que hemos realizado y los más de 5.800 lanzamientos desde
aeronave en vuelo que se efectuaron en distintos lugares del país: Córdoba,
Junín de los Andes, Bahía Blanca, San Luis, Junín, Campo de Mayo, San Antonio
de los Cobres, Jujuy, hasta esas latitudes estuvieron presentes los
paracaidistas”.
También
dijo: “humildemente, con el corazón abierto, primero hemos traído las intenciones
pidiendo por la familia de la Guarnición Córdoba, por los camaradas que nos han
dejado este año y, en particular, en esta dolorosa circunstancia que atraviesa
la República, la Nación toda, con la desaparición del submarino ARAS San Juan, para pedir por los 44 camaradas de
armas que están en el Atlántico sur. Por todo ello vinimos, Madre nuestra, a
pedirte y ofrecerte el sacrificio de esta peregrinación. Gracias, Madre mía, en
representación de los paracaidistas militares argentinos”.
TEXTO COMPLETO DE LA HOMILÍA
Queridos
devotos y peregrinos:
Con
esta Santa Eucaristía honramos a la Virgen María, en su ‘Pura y Limpia
Concepción’, como la nombraban durante siglos los cristianos, hasta que el
Beato Pío IX, en 1854, proclamó el dogma de la ‘Inmaculada Concepción’.
Corroborando este nombre la misma Madre de Dios a santa Bernardita, en la gruta
de Masabielle – Lourdes, el 25-3-1858, día de la Encarnación del Hijo de Dios
en el Purísimo Vientre de María.
Cada
año, como pueblo creyente, queremos celebrar con gran regocijo a la que es
Madre de Dios y Madre nuestra, en su renombrada advocación de ‘Virgen del
Valle’, o para muchos en la tierna y familiar expresión, ‘Morena del Valle’ o
‘Madrecita del Valle. En fin, ahora no importan los nombres, pues nuestros ojos
la contemplan a Ella y, con Ella, al Buen Jesús.
En
esta Misa los invito a que recemos de un modo particular por las nuevas
autoridades legislativas, tanto provinciales como municipales, que en breve asumirán el mandato que el electorado
le ha confiado. Que la Madre del Valle los ayude a ser fieles y responsables
con su misión. Agradezco a todas las autoridades que participan de esta
celebración, que es de precepto y a los paracaidistas que acaban de llegar
corriendo desde Córdoba para homenajear a su Dulce Protectora. Bienvenidos, y
gracias por su servicio a la Patria, a la Familia y a Dios.
Si
en este momento resonara la voz de Dios, como otrora en el Edén: «¿Dónde
estás?», seguro que cada uno de nosotros respondería: ¡aquí, al lado de la Mamá
que nos has dado!, porque venimos buscando calor, cariño, cobijo, amparo y
orientación… ¡Gracias, Señor, por tanta bondad! ¡Gracias!
En
esta celebración ofrecemos a Dios, nuestro Señor, el esfuerzo que hicimos para
formarnos como discípulos-misioneros, a fin de disponernos mejor, para
celebrar, en el 2020, los 4 siglos de presencia ininterrumpida de esta sagrada
imagen, con que la Providencia divina engalanó este valle, flanqueado por el
Ambato y el Ancasti, y destinado a ser testimonio viviente de ella para todos
los argentinos y demás personas que lo visiten, atraídos por la Madre
celestial.
A su
vez, le presentaremos y confiaremos a la Virgen Fiel la temática que nos
propusimos para este segundo año de preparación: “La Piedad Popular”. Deseo que
acojan con buen ánimo y entusiasmo el desafío para que la aprecien más y nos
alimentemos mejor de esta moción del Espíritu Santo, para el bien y la
fecundidad de toda la Iglesia. A la vez que nos dispondrá mejor para participar
en el IV Congreso Mariano Nacional del que seremos anfitriones en el 2020. Por
eso les pido de corazón que desde ya dispongan su corazón y sus hogares para
recibir a miles de congresistas.
En
la carta pastoral que, después de la solemne procesión, entregaré para que en
las comunidades se la trabaje, les digo: “esta dimensión de la vida de fe de
nuestros bautizados merece ser ahondada, ya que a través de ella nos habla y
conduce el Espíritu Santo. Por ello, es necesario hacer un continuo y prudente
discernimiento acerca de estas realidades para el bien de toda la Iglesia
diocesana; máxime si tenemos presente que somos permanentes anfitriones en la
acogida de numerosos peregrinos que visitan el Santuario de nuestra Madre, de cuya
piedad nos nutrimos; peregrinos con quienes debemos compartir la manera de
vivir nuestra piedad, enriqueciendo así la vitalidad discipular y misionera de
toda la Iglesia” (n 3b). Y más adelante: “Al hablar de destinatarios de esta
carta, no me estoy preocupando de encontrar estrategias adecuadas para que
conozcan y valoren teóricamente la piedad popular, sino que pretendo que todos
nos dejemos evangelizar por ella y para que la acompañemos en su proceso de
purificación y maduración” (n° 5). Pues “ella es un verdadero tesoro del pueblo
de Dios, ya que manifiesta una sed de Dios que sólo los sencillos y los pobres
pueden conocer; vuelve capaces de generosidad y de sacrificio hasta el
heroísmo, cuando se trata de manifestar la fe; comporta un sentimiento vivo de
los atributos profundos de Dios: la paternidad, la providencia, la presencia
amorosa y constante; genera actitudes interiores, raramente observadas en otros
lugares, en el mismo grado: paciencia, sentido de la cruz en la vida cotidiana,
desprendimiento, apertura a los demás y devoción” (n° 10b).
El
concepto que he elegido, entre otros que se utilizan, es el de ‘Piedad
Popular’, puesto que lo relaciono con el don de Piedad, otorgado por el
Espíritu Santo en el sacramento de la Confirmación, y que va configurando ese
modo de ser y de obrar del Pueblo de Dios, cuando vive y expresa su comunión
con los santos y el Tres veces Santo. De esta manera, tomamos en cuenta la
acción del Espíritu Santo, quien conduce a la Iglesia y la santifica para que
sea testimonio del Amor, la Sabiduría y la Vida de Dios.
Por
eso, Madre querida, ayúdanos a cantar un canto nuevo porque Él hizo maravillas,
nos da la victoria y revela su justicia ante las naciones por su amor y su
fidelidad, que contemplamos realizadas en tu augusta persona. Escucha las
súplicas de tus hijos, que claman a Ti, día y noche, en especial, los ancianos,
los enfermos, los presos, los desocupados, los perseguidos, los migrantes, los
sin techo, los marginados y los oprimidos por adicciones. En fin, gracias amada
Madrecita, por estar siempre y recibirnos. Amén.