“El
anuncio del Evangelio es verdadera Buena
Noticia si su contenido es Cristo”
En el segundo día del
novenario en honor a Nuestra Madre del Valle, durante la misa de las 21.00,
rindieron su homenaje el ámbito provincial y privado de la Salud: Hospitales,
Sanatorios, Institutos, Círculo Médico, Colegios Auxiliares de la Medicina
(Colegio Médico, Farmacéutico, Odontológico, Kinesiólogos, Anestesistas,
Psicólogos, Bioquímicos, etc.), SAME, PAMI, OSEP, Secretaría de Salud y
Bienestar Social de la Municipalidad de la Capital, Pastoral de la Salud,
Pastoral de las Adicciones y Servicio Sacerdotal de Urgencia.
Los alumbrantes arribaron en
peregrinación al Santuario Mariano con las imágenes de la
Santísima Virgen que
veneran en sus respectivos lugares de trabajo, para participar de la Santa
Misa, presidida por el Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc, y concelebrada
por el responsable diocesano de la
Pastoral de la Salud, Pbro. Antonio Bulacio, y el Capellán de la Catedral
Basílica, Pbro. Lucas Segura.
Durante su homilía, Mons.
Urbanc destacó la figura de San Andrés, a quien la Iglesia celebró en esa
jornada, indicando que “en esta festividad de san Andrés, la Palabra de Dios
nos brinda hermosas enseñanzas para sostener y fortalecer nuestro ser
discípulos-misioneros como María. Lo curioso es que a tan sólo dos días para
terminar el año litúrgico, las lecturas no suenan a final, sino a inicio,
al
nacimiento de la vocación cristiana: ser testigos de Cristo anunciando su
Evangelio”.
En otro tramo de la predicación dijo que “para
que lleguemos a ser apóstoles, es decir, enviados por el Señor, precisamos
haber vivido la experiencia del Resucitado y ser discípulos aplicados al
estudio y meditación orante de la Palabra de Dios. Así será realidad que con
nuestra vida toda transmitimos a Cristo mismo, ya que Cristo vive en nosotros
El anuncio del Evangelio es verdadera Buena Noticia si su contenido es Cristo”.
Y enfatizó: “¡Cuán necesario
es que tengamos la firme convicción de que si no
hablamos de Cristo, no sólo
perdemos el tiempo, sino que lo hacemos perder! Y, ¡cuidado con creer que por
haber activado las emociones con nuestra oratoria ya está todo logrado! Si no
hubo un encuentro con Jesús, todo quedó en mero narcicismo y
auto-referencialidad”.
En el momento del ofertorio,
los alumbrantes ofrendaron elementos que
serán destinados para la atención de los hermanos peregrinos, junto con el pan
y el vino.
Antes de impartir la
bendición final, el Obispo presentó a tres jóvenes de la Casa Cenáculo.
Comentando la tarea que realizan en la casa ubicada camino a El Rodeo para la
recuperación de jóvenes con adicciones, pidiendo a las autoridades de la salud
que continúen trabajando por la
recuperación de las personas con esta problemática,
y consideren esta obra y su carisma de oración y trabajo. "Estos jóvenes
han resucitado", expresó.
Concluida la celebración
eucarística, el Pastor Diocesano se dirigió hasta el Paseo de la Fe, donde
bendijo ambulancias y móviles que prestan su servicio para la atención de los
pacientes.
TEXTO
COMPLETO DE LA HOMILÍA
Queridos devotos y
peregrinos:
En este segundo día de la
novena, festividad del apóstol san Andrés, se nos propuso ahondar la piedad
popular en su vinculación con la fe vivida y anunciada por los Apóstoles.
Hoy honran a la Santísima
Virgen hermanos que trabajan en el ámbito de la salud, tanto provincial,
municipal, privado y eclesial. Les doy mi cordial bienvenida y les agradezco
todo lo que hacen en los hospitales, clínicas, centros de atención primaria,
laboratorios, círculos de profesionales, geriátricos, casas de recuperación y
en los domicilios.
En esta festividad de san
Andrés, la Palabra de Dios nos brinda hermosas enseñanzas para sostener y
fortalecer nuestro ser discípulos-misioneros como María. Lo curioso es que a
tan sólo dos días para terminar el año litúrgico, las lecturas no suenan a
final, sino a inicio, al nacimiento de la vocación cristiana: ser testigos de
Cristo anunciando su Evangelio.
Andrés parece que gustaba de
su oficio de pescador junto a su hermano y a su padre. Con esto daba de comer a
otros y mantenía su propia familia. Se ganaba honradamente el pan de cada día.
Sin embargo, llega la hora en que se encuentra con Jesús que lo llama a ser
“pescador de hombres”, algo inédito e inaudito. Seguramente habrá que seguir
con la rutina y técnicas sabidas, pero adaptadas a la pesca de seres humanos;
ya no habrá redes, sino ejemplos y palabras; ya no habrá barcas, sino un solo
barco en el que todos deberán navegar cuyo capitán es Jesús para ocuparnos en
las cosas de Dios.
Cabe que nos preguntemos:
¿Cómo habrá resonado en aquellos 4 discípulos el llamado a ser “pescadores de
hombres”? ¿Qué habrán percibido en la mirada y llamada de Jesús, para que
dejaran todo y lo siguieran?
Jesús también hoy sigue
llamando. Como hace dos mil años, a algunos les pide que cambien de oficio, a
otros, que sigan en el que están, pero de otra manera. Sea lo que sean, los
invito a dejarse cuestionar por la mirada que Jesús hoy les dirige y el llamado
que les hace, sin importar el lugar o función que ocupan, sólo contando con lo
que son y poseen.
¿Está cada uno de ustedes
dispuesto a aceptarlo como manager del nuevo emprendimiento que les ofrece?
¡Que nos quede bien claro!
Escuchar a Jesús y responderle es un ejercicio que no se hace de una vez para
siempre, sino que se repite una y otra vez a lo largo de la vida. Esto es ser
discípulos-misioneros como María.
En la primera lectura (Rom
10,9-18) el apóstol Pablo enseña a los Romanos, citando el Antiguo Testamento:
«nadie que cree en el Señor quedará defraudado» (Sal 25,3), «todo el que
invoque el nombre del Señor se salvará» (Joel 3,5), «¡Qué hermosos los pies de
los que anuncian el Evangelio!» (Is 52,7), «Señor, ¿quién ha dado fe a nuestro
mensaje?» (Is 53,1) y «A toda la tierra alcanza su pregón, y hasta los límites
del orbe su lenguaje» (Sal 18,5), que es necesario anunciar el mensaje del
Evangelio a todos los pueblos para que nazca la fe, por la que se alcanza la
justificación, la salvación. Creer en Jesús, creer que Dios Padre lo resucitó y
creerle a Jesús. Por tanto, el apóstol no sólo señala la importancia del
mensaje, sino también la necesidad de que haya quienes lo prediquen y de cuál
es su contenido. La fe nace del mensaje y el mensaje consiste en anunciar a
Cristo y vivir según sus enseñanzas. Mensaje que es para todos los hombres de
todas las culturas y tiempos.
Para que lleguemos a ser
apóstoles, es decir, enviados por el Señor, precisamos haber vivido la
experiencia del Resucitado y ser discípulos aplicados al estudio y meditación
orante de la Palabra de Dios. Así será realidad que con nuestra vida toda
transmitimos a Cristo mismo, ya que Cristo vive en nosotros (cf. Gal 2,20). El
anuncio del Evangelio es verdadera Buena Noticia si su contenido es Cristo.
¡Cuán necesario es que
tengamos la firme convicción de que si no hablamos de Cristo, no sólo perdemos
el tiempo, sino que lo hacemos perder! Y, ¡cuidado con creer que por haber
activado las emociones con nuestra oratoria ya está todo logrado! Si no hubo un
encuentro con Jesús, todo quedó en mero narcicismo y auto-referencialidad.
Caben, ahora, 2 preguntas:
¿Suelo dejar todo cuando Cristo me llama?
¿Anuncio a Cristo con mis
acciones diarias y con mis palabras?
Querida Madre del Valle,
enséñanos a ser discípulos y apóstoles de tu divino Hijo; que toda nuestra
existencia sea un mensaje de vida, alegría, paz, unidad, servicio, amor, perdón
y reconciliación, a fin de que toda la humanidad sea reflejo de la Santa e
Indivisa Trinidad. Amén
¡Virgen del Valle, Madre de
los enfermos! ¡Ruega por nosotros!
¡¡¡Viva la Virgen del
Valle!!!