A primera hora de la mañana
del domingo 8 de abril, una columna de jinetes atravesó el casco céntrico para rendirle
honores a la Virgen del Valle, con la tradicional cabalgata que cada año se
renueva con mayor fuerza.
Llegados desde distintos
pueblos del interior de Catamarca y otras provincias del NOA, una gran cantidad
de gauchos se congregó en la plaza 25 de Agosto o Plaza de la Estación, desde
donde partió la marcha que pasó frente al Santuario Mariano, con la Imagen de la
Virgen Morena llevaba en brazos por el Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc, en un
sulky preparado para esta ocasión especial, siendo escoltada por miembros de la
Federación Gaucha Catamarca.
La columna interminable se
dirigió luego por avenida Belgrano hasta el Parque Adán Quiroga, donde se
celebró la Santa Misa, presidida por el Pastor Diocesano, con la participación
de fieles que se sumaron al homenaje gauchesco.
En su homilía, Mons. Urbanc
llamó a “identificarnos con Jesús, el Hijo de Dios, quien nos ha dejado una
hermosa enseñanza hoy en el Evangelio. Nos dice: ‘La paz esté contigo hermano,
hermana’”,
apuntando que “esta paz es posible si nosotros nos reconciliamos con
Dios y con nuestros hermanos”.
En el día de la Divina
Misericordia, instituido por San Juan Pablo II durante su papado, exhortó a la
renovación interior y a ser testigos de la misericordia de Dios en el mundo.
En el momento de las
ofrendas, representantes de las agrupaciones gauchas acercaron hasta el altar productos
del campo, junto con el pan y el vino.
Antes de la bendición final,
representantes
de las agrupaciones gauchas leyeron poemas que expresan el
sentir de los varones y mujeres del campo hacia la Madre del Valle.
Posteriormente, se realizó
el desfile dentro amplio espacio público ubicado en el noreste de la ciudad
capital. Fue una jornada plena de fe y tradición.