Camino a la Beatificación

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30 abril 2017

Una fervorosa multitud participó del cierre de las fiestas de la Virgen del Valle

Con una multitudinaria procesión, durante la soleada tarde del domingo 30 de abril, culminaron las fiestas en honor de Nuestra Señora del Valle, en el contexto del Año Diocesano de la Formación de los Discípulos Misioneros, primero del trienio de preparación para el Jubileo por los 400 años del hallazgo de la Madre Morena en la Gruta de Choya.
La apertura de los actos se concretó con la salida de la Imagen cuatro veces centenaria desde el Santuario, precedida por el Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc, junto con sacerdotes del clero catamarqueño y algunos llegados de otras diócesis hermanas. En esta oportunidad, la urna festiva con la Madre Morena fue portada por integrantes de la Brigada Aerotransportada 4° de Córdoba, a cargo del Coronel Omar Francisco Di Benedetto, un privilegio que tuvieron por primera vez
desde que peregrinan para rendirle tributo, y escoltada por la Guardia de Honor de la Policía de la Provincia y gauchos de distintas agrupaciones con las banderas papal y argentina, y de las provincias.
Cientos de personas ubicadas detrás del vallado colocado en el Paseo de la Fe la recibieron jubilosas, mientras se escuchaban los sones de la Banda de Música de la Policía de la Provincia, en medio de vivas y aplausos, mientras Cadetes de la Policía de la Provincia formaban un cordón en el tarimado dispuesto delante
del atrio, donde fue colocada la urna sobre un altar.
Inmediatamente comenzó el desplazamiento de las delegaciones de peregrinos que portaban sus estandartes, banderas e imágenes de los Santos Patronos de sus comunidades, tanto de la diócesis catamarqueña como de los grupos provenientes de diferentes provincias; además de instituciones y organizaciones que saludaron a su paso a la Madre Morena.
Mons. Urbanc descendió del tarimado para saludar y bendecir a quienes hacían su pasada por el lugar, en un clima de mucha alegría y emoción.
Seguidamente se encolumnaron religiosos, religiosas y sacerdotes junto al Obispo
Diocesano y comenzó la procesión con la Venerada Imagen. Detrás de la Virgen se ubicaron la Gobernadora de Catamarca, Dra. Lucía Corpacci; el Intendente de Capital, Lic. Raúl Jalil, funcionarios, legisladores, autoridades judiciales y otras nacionales, provinciales y municipales, y de las fuerzas de seguridad.
Los devotos y peregrinos se fueron sumando a esta manifestación pública de fe, mientras los guías iniciaban el rezo del Santo Rosario, con textos bíblicos al comienzo de cada misterio, bajo la animación de los grupos de música Yanai y Kairós y las voces de representantes de los ámbitos de la catequesis y la educación.
A lo largo del trayecto se meditó a la luz del Documento de Aparecida, y se rezó por las
intenciones de todos los feligreses.
Al llegar a La Alameda, donde la Sagrada Imagen fue coronada hace 126 años, fue recibida por cientos de devotos que la esperaban para saludarla emocionados con pañuelos en alto, vivas y aplausos. Frente al complejo cultural Urbano Girardi una lluvia de papelitos celebró el paso de la Imagen.
La procesión completó su recorrido en medio del júbilo de los cantos, las oraciones, vivas y reflexiones.
Ya de regreso, cuando las luces del día se habían apagado, frente al atrio de la Catedral Basílica, la Virgen fue saludada con los acordes de la Banda de Música, tras lo cual fue colocada en el trono festivo.

Mensaje final del Obispo
Seguidamente el Pastor Diocesano expresó su mensaje final:


Peregrinos. “Madre santa del Valle, tus devotos y peregrinos te saludamos y agradecemos por habernos convocado nuevamente a la fiesta del amor cristiano en torno a las mesas de la Palabra y de la Eucaristía, para escuchar las enseñanzas de tu amadísimo Hijo Jesús y para recibir su santísimo cuerpo y su preciosísima Sangre entregados para la salvación de toda la humanidad.
Hermosos momentos y bellas experiencias hemos tenido junto a Ti. Hemos compartido como hermanos, todos cuantos nos reunimos en torno a Ti, venidos de distintos puntos de nuestra patria. Cada uno trayendo en la alforja de la vida sus penas y alegrías para suplicar y agradecer.

Discípulos-misioneros. Te pido, querida Madre, que nos sigas ayudando a ser ‘Discípulos-Misioneros como Tú’, dispuestos siempre a profundizar con seriedad y compromiso la fe que recibimos en el bautismo, para saber dar respuestas del sentido de la vida terrena a cuantos nos lo pidan. Que los padres lo hagan con los hijos, que los maestros lo hagan con los alumnos, que las autoridades lo hagan con el pueblo que los eligió, que los sacerdotes lo hagamos con los fieles, que los catequistas lo hagan con los catequizandos, que los médicos lo hagan con los enfermos, los jueces con los juzgados, los profesionales con los menos instruidos; en fin, los unos con los otros.

Paz. Querida Madre, Tú conoces muy bien los avatares de la humanidad en todos los rincones del mundo. Te pido que arranques del corazón de Dios la gracia que necesitan los responsables de que haya paz en el mundo, que los que viven radicalizados en el
fanatismo consideren cuánto hacen sufrir con sus locuras injustificables; que los prisioneros de fundamentalismos de todo tipo sean iluminados con la fuerza del amor para que descubran que sólo por las sendas del amor es posible resolver todos los conflictos e inequidades; que los que hicieron de la fabricación de armas el modo de enriquecerse dejen de fomentar conflictos para que su negocio siga adelante; que las autoridades de los países más ricos y desarrollados propicien políticas de diálogo y eliminación de los presupuestos para armamento, canalizando los bienes que produce el trabajo humano para la escolaridad, la salud, la alimentación y el progreso de todos los pueblos.

Inundados. También te pido por todos los que han padecido los desbordes de la naturaleza, terremotos, inundaciones, aludes, incendios, sequías, etc., en particular te menciono a los hermanos inundados de nuestra patria: en La Madrid – Tucumán, El Portezuelo, Antapoca, Santa Rosa, Paclín, Catamarca, en Comodoro Rivadavia, en Salta, en Jujuy, en Córdoba, en Santa Fe, en Buenos Aires. Mucho nos ha movilizado para ayudar, pero haz que nos cansemos de socorrer a tantos damnificados que necesitan rehacer sus hogares y que se instrumenten las medidas que prevengan desastres y angustias futuras.

Año electoral. Sabes que estamos en año electoral, te suplico que envíes la Luz del Espíritu Santo sobre cada ciudadano que se postulará para recibir algún mandato de la sociedad, a fin de que sea muy consciente de la idoneidad, honestidad y conducta íntegra que tendrá que tener para cumplir fructuosamente con la función encomendada. Que todos los ciudadanos nos dejemos animar por el amor de Dios para ser responsables a la hora de emitir el voto; que sepamos discernir lo que más convenga para el bien de todos y no sólo de un sector; que no nos dejemos llevar por animosidades y mezquindades, sino que seamos magnánimos y comprometidos con nuestras responsabilidades personales, que dejemos la mala praxis de esperarlo todo de los otros y de ser criticones enfermizos.

Jubileo y peregrinos. Por último, querida Madre, te pido dos cosas: *que nos acompañes en la preparación, que ya comenzamos, del Gran Jubileo del hallazgo de tu sagrada Imagen en el cercano año 2020, con un corazón humilde y renovado; *y que acompañes en su regreso a todos los hermanos que nos visitaron y que nos renovaron con su fe y su gran amor a Ti. Protégelos, guíalos y dales la gracia de que puedan volver a verte y de celebrar el próximo jubileo.
Madre bendita, que las lágrimas que brotan brillantes de nuestros ojos por esta inevitable despedida, sean semillas de un mayor amor a Dios y al prójimo y de una vida más semejante a la tuya en amor, humildad, servicio, oración, alegría y paz. Amén.

Himnos e indulgencias
Continuando con la ceremonia de cierre, se entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino y del Himno de Catamarca, y se acompañó el arriamiento de la Bandera.
El Rector del Santuario Mariano, Pbro. José Antonio Díaz, anunció la Bendición Papal acompañada de las indulgencias plenarias para quienes reúnen las condiciones para recibirlas.
Como corolario de esta gran fiesta, en medio de pañuelos agitados y luces de celulares, la Sagrada Imagen fue llevada por el Obispo hasta el Camarín, mientras el canto “Adiós Reina del Cielo” acompañaba este último recorrido, despidiéndose los peregrinos hasta las próximas festividades, que comenzarán el 29 de noviembre y culminarán el 8 de diciembre, Día de la Inmaculada Concepción.