“Es
fundamental que quienes se dedican al campo de las comunicaciones
tengan un encuentro personal con Jesús”
En la noche del sábado 22 de
abril, primer día del Septenario en honor a Nuestra Madre del Valle, rindieron
su homenaje los trabajadores de los distintos medios de comunicación social de
Catamarca, Voluntarios de Radio María de Catamarca y de La Rioja, Comunicadores
de María del Santuario, integrantes del programa Mateando con la Vida, página
web Morenita del Valle y miembros del Equipo de Pastoral de la Comunicación
Social y Oficina de Prensa del Obispado, quienes honraron a María participando
en los distintos momentos de la celebración eucarística.
Todos juntos ingresaron por
la nave central de la Catedral Basílica delante de los celebrantes; guiaron la
Santa Misa; proclamaron la Palabra de Dios; elevaron las súplicas al Padre;
acercaron las ofrendas hasta el altar; y compartieron el pan eucarístico, como
también el canto final de alabanza a la Morenita Virgen del Valle.
La misa fue presidida por el
Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc, y concelebrada por el
Vicario General de
la Diócesis, Pbro. Julio Quiroga del Pino; el Rector y el Capellán del
Santuario Mariano, Pbros. José Antonio Díaz y Diego Manzaraz, respectivamente.
En su homilía, Mons. Urbanc dio
la bienvenida a los alumbrantes y agradeció “todo lo que hacen en favor de nuestra
sociedad, sobre todo, con la disponibilidad que los caracteriza hacia la misión
evangelizadora de la Iglesia. La Virgen Bendita los cubra siempre con su
materno manto, ilumine sus decisiones y los libre de las insidias y engaños del Maligno”.
En otro tramo de su
predicación destacó que “la Iglesia los necesita a cada uno de ustedes, en
primer lugar para invitarlos a dejarse encontrar y cautivar por el mensaje y la
persona de Jesús. La realidad nos dice que no
existe ningún lugar del mundo,
que no caiga bajo el influjo de la cultura mediática y digital, que se impone
cada vez más como el lugar de la vida y
de la experiencia social. Sin duda que la difusión de esta cultura implica
innumerables beneficios como la posibilidad de mayor conocimiento, nuevas
formas de solidaridad y la posibilidad de promover una cultura cada vez más a
dimensión mundial; sin embargo, se manifiesta una profunda atención egocéntrica
reducida a las necesidades individuales. Se afirma la exaltación emotiva de las
relaciones y de los vínculos sociales”.
Ante esta realidad, el
Obispo consideró que “es fundamental que quienes se dedican al campo de las
comunicaciones tengan un encuentro personal con Jesús y así su tarea y
compromiso con la sociedad no sea una
tarea ‘simple o novedosa, sino sobre todo
‘evangélica y evangelizadora’. Pues, como decía en estos días el Papa Francisco
a un grupo de comunicadores ‘la calidad ética de la comunicación, sea fruto de
conciencias atentas, no superficiales, siempre respetuosas de las personas,
tanto de las que son objeto de información, como de los destinatarios del
mensaje. Cada uno en su papel y con su responsabilidad, está llamado a vigilar
para mantener un alto nivel ético de la comunicación y evitar esas cosas que hacen tanto daño: la
desinformación, la difamación y la calumnia”.
“Como estamos en el año de
la ‘Formación de los discípulos-misioneros’ los insto a buscarse tiempo para la
autoformación”, que “Nuestra Madre del Valle nos motive a todos a empeñarnos
por lograr el hábito de una sólida y sabia formación humana y cristiana, a fin
de que nuestra fe tenga firmes cimientos, con los que demos razones de nuestra
esperanza y colaboremos con nuestro amor a crear un mundo nuevo según los
designios de Dios nuestro Padre, creador, salvador y santificador”.