Con
la bendición de Biblias, los niños homenajearon a la Madre del Valle
El domingo 23 de abril, en
la primera noche del Septenario en honor a la Virgen del Valle, el Santuario
Mariano se vio colmado de familias que participaron del Homenaje de los Niños
en la Santa Misa presidida por el Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc, y
concelebrada por el Pbro. Santiago Granillo, responsable de la Pastoral de la
Niñez.
Los pequeños y algunos
padres participaron de la Liturgia, leyendo las lecturas, acercando los dones hasta
el altar y recibiendo una bendición especial para sus hogares.
En su homilía, Mons. Urbanc
destacó la presencia “muchos niños que se dieron cita para homenajear a nuestra
querida Madre del Valle. Bienvenidos todos a esta casa de
nuestra Madre
celestial”, les dijo y pidió un fuerte aplauso para ellos. El Obispo reflexionó
a la luz de las Sagradas Escrituras resaltando la Fiesta de la divina
Misericordia, que se celebró el domingo, explicando que “es una Fiesta
instituida por el Papa san Juan Pablo II, que fue solicitada por el mismo
Jesucristo a través de Santa Faustina Kowalska, religiosa polaca del siglo XX”.
También se dirigió a los más
pequeños: “Queridos niños, gracias por haber venido a honrar a la Madrecita del
Valle y a su bendito Hijo, Salvador de todos los seres humanos”, les manifestó,
exhortándolos a
que “sean la alegría de Jesús en su hogar, en la escuela, en el
barrio, en los lugares donde juegan y en la parroquia a la que pertenecen. Den
testimonio de que ustedes creen que Jesús está vivo y que a cada instante se
encuentra con ustedes cuando rezan, cuando hacen una obra buena, cuando obedecen
a sus mayores, cuando estudian, cuando juegan, y hasta cuando están enfermos”.
En el momento de las
ofrendas, representantes de la Pastoral de la Niñez acercaron al altar las
ofrendas de pan y vino junto con donaciones materiales.
El canto estuvo animado por
el Coro de niños Divino Niño Jesús y el coro parroquial Kairós.
Un momento especial se vivió
cuando los niños presentes acudieron hasta el Presbiterio para darle el saludo
de la paz al Señor Obispo. Como así también, cuando antes de la bendición
final, cientos de niños que habían participado de la Eucaristía junto con sus
padres, se acercaron hasta el altar con sus Biblias en alto para recibir la
bendición del Pastor Diocesano a los pies de la Virgen del Valle, como un gesto
particular propuesto por la Pastoral de la Niñez en el Año Diocesano de la
Formación de los Discípulos Misioneros, que vive la Iglesia de Catamarca en 2017.