El Domingo de Pascua, la
Pastoral de la Niñez de la Diócesis de Catamarca presentó el logo y la fecha
del próximo Encuentro Diocesano de Niños, como así también su significado. La
convocatoria se realizará el sábado 17 de junio.
Significado
del logo
En pleno sentir con el Año
Diocesano de la Formación de los Discípulos Misioneros, el 4° Encuentro de
Niños estará centrado en la importancia de la formación.
Niño sonriente: Es
el destinatario de la formación, que genera gozo en el corazón. Es uno solo,
porque la formación debe ser personalizada. Es el Amor de Jesús en su
individualidad y originalidad la que busca formar discípulo suyo y formar
comunidad de discípulos. Su actitud de ir caminando indica ese movimiento que
hace crecer.
Mochila
con el mundo: La formación debe dar respuesta a los
desafíos que el mundo propone. Es formarse para ser protagonista del cambio en
el mundo. La mochila es el "bagaje", es todo lo que se va recibiendo:
catequesis, sacramentos de iniciación, oración, vida comunitaria, etc., y que
le servirá al discípulo para el viaje de su vida.
Palabra
de Dios y camino: Es el alimento del discípulo misionero. Es
la inspiradora que abre camino a toda la enseñanza de la Iglesia a través de su
Magisterio. Es la lámpara para iluminar cada paso para no perderse. El camino
habla de proceso, de itinerancia que invita a ser transitado.
Las
montañas: Hablan de nuestra cultura, de nuestra realidad
catamarqueña. Es el lugar donde Dios ha sembrado al discípulo misionero.
La
estrella que contiene la Eucaristía: Representa a la Virgen
María que indica un rumbo, una dirección. La formación debe realizarse en la
misma dirección de María, primera discípula del Señor. Ella nos lleva a Jesús.
Ella nos da a Jesús, que en su seno se ha hecho carne y se ha quedado presente
en la Eucaristía.
Círculo
que sirve de contorno: Representa la Iglesia, con todo lo que ella
posee para educar y formar auténticos discípulos de Jesús. Iglesia encarnada en
nuestra tierra, que se prepara para los 400 años del hallazgo de María del
Valle, la Estrella que nos guía al Señor.
La
frase: “Hacia Ti, Maestro, voy” sirve de lema para este nuevo
encuentro. Señala la dirección del caminar en su proceso formativo. Es el
reconocimiento de Jesús como único Señor y Maestro de la vida. El discípulo
misionero sabe que le debe bastar ser como su Maestro y hacia Él se dirige.