Tal como sucede todos los años, el Viernes Santo, a las 15.00, hora en que
Jesús murió, se rezó el Vía Crucis en el cementerio municipal de la ciudad
capital.
El mismo contó con la
participación de un nutrido grupo de vecinos del sector, personal que presta servicios
en la necrópolis local y laicos dedicados a las tareas pastorales en la
capellanía, a cargo del Pbro. Gustavo Molas.
Bajo la guía de la señora Mirtha
de Faveri,
los presentes recorrieron las calles internas del cementerio con la
imagen del Cristo Yacente, meditando las distintas estaciones del Camino de la
Cruz.