Con una multitudinaria procesión, durante la
soleada tarde del domingo 30 de abril, culminaron las fiestas en honor de
Nuestra Señora del Valle, en el contexto del Año Diocesano de la Formación de
los Discípulos Misioneros, primero del trienio de preparación para el Jubileo
por los 400 años del hallazgo de la Madre Morena en la Gruta de Choya.
La apertura de los actos se concretó con la
salida de la Imagen cuatro veces centenaria desde el Santuario, precedida por
el Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc, junto con sacerdotes del clero
catamarqueño y algunos llegados de otras diócesis hermanas. En esta oportunidad,
la urna festiva con la Madre Morena fue portada por integrantes de la Brigada
Aerotransportada 4° de Córdoba, a cargo del Coronel Omar Francisco Di Benedetto,
un privilegio que tuvieron por primera vez
desde que peregrinan para rendirle tributo,
y escoltada por la Guardia de Honor de la Policía de la Provincia y gauchos de
distintas agrupaciones con las banderas papal y argentina, y de las provincias.
Cientos de personas ubicadas detrás del
vallado colocado en el Paseo de la Fe la recibieron jubilosas, mientras se
escuchaban los sones de la Banda de Música de la Policía de la Provincia, en
medio de vivas y aplausos, mientras Cadetes de la Policía de la Provincia
formaban un cordón en el tarimado dispuesto delante
del atrio, donde fue
colocada la urna sobre un altar.
Inmediatamente comenzó el desplazamiento de
las delegaciones de peregrinos que portaban sus estandartes, banderas e
imágenes de los Santos Patronos de sus comunidades, tanto de la diócesis
catamarqueña como de los grupos provenientes de diferentes provincias; además
de instituciones y organizaciones que saludaron a su paso a la Madre Morena.
Mons. Urbanc descendió del tarimado para
saludar y bendecir a quienes hacían su pasada por el lugar, en un clima de
mucha alegría y emoción.
Seguidamente se encolumnaron religiosos,
religiosas y sacerdotes junto al Obispo
Diocesano y comenzó la procesión con la
Venerada Imagen. Detrás de la Virgen se ubicaron la Gobernadora de Catamarca, Dra. Lucía Corpacci; el Intendente de
Capital, Lic. Raúl Jalil, funcionarios, legisladores, autoridades judiciales y otras
nacionales, provinciales y municipales, y de las fuerzas de seguridad.
Los devotos y peregrinos se fueron sumando a
esta manifestación pública de fe, mientras los guías iniciaban el rezo del
Santo Rosario, con textos bíblicos al comienzo de cada misterio, bajo la
animación de los grupos de música Yanai y Kairós y las voces de representantes
de los ámbitos de la catequesis y la educación.
A lo largo del trayecto se meditó a la luz
del Documento de Aparecida, y se rezó por las
intenciones de todos los feligreses.
Al llegar a La Alameda, donde la Sagrada
Imagen fue coronada hace 126 años, fue recibida por cientos de devotos que la
esperaban para saludarla emocionados con pañuelos en alto, vivas y aplausos. Frente
al complejo cultural Urbano Girardi una lluvia de papelitos celebró el paso de
la Imagen.
La procesión completó su recorrido en medio
del júbilo de los cantos, las oraciones, vivas y reflexiones.
Ya de regreso, cuando las luces del día se
habían apagado, frente al atrio de la Catedral Basílica, la Virgen fue saludada
con los acordes de la Banda de Música, tras lo cual fue colocada en el trono
festivo.
Mensaje
final del Obispo
Seguidamente el Pastor Diocesano expresó su
mensaje final:
Peregrinos. “Madre santa del
Valle, tus devotos y peregrinos te saludamos y agradecemos por habernos
convocado nuevamente a la fiesta del amor cristiano en torno a las mesas de la
Palabra y de la Eucaristía, para escuchar las enseñanzas de tu amadísimo Hijo
Jesús y para recibir su santísimo cuerpo y su preciosísima Sangre entregados
para la salvación de toda la humanidad.
Hermosos momentos y bellas experiencias hemos
tenido junto a Ti. Hemos compartido como hermanos, todos cuantos nos reunimos
en torno a Ti, venidos de distintos puntos de nuestra patria. Cada uno trayendo
en la alforja de la vida sus penas y alegrías para suplicar y agradecer.
Discípulos-misioneros. Te pido, querida
Madre, que nos sigas ayudando a ser ‘Discípulos-Misioneros como Tú’, dispuestos
siempre a profundizar con seriedad y compromiso la fe que recibimos en el
bautismo, para saber dar respuestas del sentido de la vida terrena a cuantos
nos lo pidan. Que los padres lo hagan con los hijos, que los maestros lo hagan
con los alumnos, que las autoridades lo hagan con el pueblo que los eligió, que
los sacerdotes lo hagamos con los fieles, que los catequistas lo hagan con los
catequizandos, que los médicos lo hagan con los enfermos, los jueces con los
juzgados, los profesionales con los menos instruidos; en fin, los unos con los
otros.
Paz. Querida Madre, Tú
conoces muy bien los avatares de la humanidad en todos los rincones del mundo.
Te pido que arranques del corazón de Dios la gracia que necesitan los
responsables de que haya paz en el mundo, que los que viven radicalizados en el
fanatismo consideren cuánto hacen sufrir con sus locuras injustificables; que
los prisioneros de fundamentalismos de todo tipo sean iluminados con la fuerza
del amor para que descubran que sólo por las sendas del amor es posible
resolver todos los conflictos e inequidades; que los que hicieron de la
fabricación de armas el modo de enriquecerse dejen de fomentar conflictos para
que su negocio siga adelante; que las autoridades de los países más ricos y
desarrollados propicien políticas de diálogo y eliminación de los presupuestos
para armamento, canalizando los bienes que produce el trabajo humano para la
escolaridad, la salud, la alimentación y el progreso de todos los pueblos.
Inundados. También te pido por
todos los que han padecido los desbordes de la naturaleza, terremotos,
inundaciones, aludes, incendios, sequías, etc., en particular te menciono a los
hermanos inundados de nuestra patria: en La Madrid – Tucumán, El Portezuelo, Antapoca,
Santa Rosa, Paclín, Catamarca, en Comodoro Rivadavia, en Salta, en Jujuy, en
Córdoba, en Santa Fe, en Buenos Aires. Mucho nos ha movilizado para ayudar,
pero haz que nos cansemos de socorrer a tantos damnificados que necesitan
rehacer sus hogares y que se instrumenten las medidas que prevengan desastres y
angustias futuras.
Año
electoral.
Sabes que estamos en año electoral, te suplico que envíes la Luz del Espíritu
Santo sobre cada ciudadano que se postulará para recibir algún mandato de la
sociedad, a fin de que sea muy consciente de la idoneidad, honestidad y
conducta íntegra que tendrá que tener para cumplir fructuosamente con la
función encomendada. Que todos los ciudadanos nos dejemos animar por el amor de
Dios para ser responsables a la hora de emitir el voto; que sepamos discernir
lo que más convenga para el bien de todos y no sólo de un sector; que no nos
dejemos llevar por animosidades y mezquindades, sino que seamos magnánimos y
comprometidos con nuestras responsabilidades personales, que dejemos la mala
praxis de esperarlo todo de los otros y de ser criticones enfermizos.
Jubileo
y peregrinos.
Por último, querida Madre, te pido dos cosas: *que nos acompañes en la
preparación, que ya comenzamos, del Gran Jubileo del hallazgo de tu sagrada
Imagen en el cercano año 2020, con un corazón humilde y renovado; *y que
acompañes en su regreso a todos los hermanos que nos visitaron y que nos
renovaron con su fe y su gran amor a Ti. Protégelos, guíalos y dales la gracia
de que puedan volver a verte y de celebrar el próximo jubileo.
Madre bendita, que las lágrimas que brotan
brillantes de nuestros ojos por esta inevitable despedida, sean semillas de un
mayor amor a Dios y al prójimo y de una vida más semejante a la tuya en amor,
humildad, servicio, oración, alegría y paz. Amén.
Himnos
e indulgencias
Continuando con la ceremonia de cierre, se
entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino y del Himno de Catamarca, y
se acompañó el arriamiento de la Bandera.
El Rector del Santuario Mariano, Pbro. José
Antonio Díaz, anunció la Bendición Papal acompañada de las indulgencias
plenarias para quienes reúnen las condiciones para recibirlas.
Como corolario de esta gran fiesta, en medio
de pañuelos agitados y luces de celulares, la Sagrada Imagen fue llevada por el
Obispo hasta el Camarín, mientras el canto “Adiós Reina del Cielo” acompañaba
este último recorrido, despidiéndose los peregrinos hasta las próximas
festividades, que comenzarán el 29 de noviembre y culminarán el 8 de diciembre,
Día de la Inmaculada Concepción.