Camino a la Beatificación

siguenos en facebook Canal de youtube siguenos en facebook

12 mayo 2018

Las parroquias del Este catamarqueño recordaron a Esquiú en El Suncho


Las actividades se desarrollaron en la localidad de Esquiú y en el paraje El Suncho. La Misa central fue presidida por Fray Marcelo Méndez, Vicepostulador de la Causa de Beatificación,  quien expresó: “Quiera el Señor que esta beatificación que se aproxima a pasos acelerados traiga bendición para nuestra Patria argentina y, particularmente, para este Norte y esta querida Catamarca”.

El martes 11 de mayo se llevaron a cabo los actos por los 192 años del natalicio de Fray Mamerto Esquiú en El Suncho, departamento La Paz, que coincidió con la realización de la XV Asamblea del Decanato Este, en la localidad de Esquiú. Allí las actividades dieron inicio con una misión por los hogares. Luego, los casi 300 laicos y sacerdotes de las parroquias participantes se trasladaron hasta el paraje donde falleciera el fraile catamarqueño, para participar de la Eucaristía. Por la mañana hubo bautismos, se concretó el izamiento de la Enseña Patria y distintas actividades recreativas.
A las 14.30 comenzó la Santa Misa presidida por Fray Marcelo Enrique Méndez, Vicepostulador de la Causa de Beatificación, y concelebrada por los párrocos del Este catamarqueño Domingo Chaves (San Roque, Recreo), Mario Toloza (Nuestra Señora del Valle, Icaño), Eugenio Pachado (Inmaculada Concepción, El Alto), Gustavo Flores (Santa Rosa de Lima, Bañado de Ovanta); de Capital, Oscar Tapia, Vicario Episcopal para la
Educación, y Lucas Segura, Vicepresidente de Cáritas; también estuvieron presentes Fray Alejandro Verón, Guardián del Convento Franciscano de Catamarca; Fray Ronen Strauss y Fray Pablo Reartes, Responsable del Área Prensa de la Provincia Franciscana de la Asunción.
Participaron de la ceremonia los intendentes de Recreo, Roberto Herrera; de Icaño, José Pío Carletta; de Ancasti, Rodolfo Santillán; los senadores de La Paz y de Ancasti, diputados provinciales, los presidentes del Concejo Deliberante de Recreo y de La Paz, Alberto Oyola y Franco Carletta, respectivamente; concejales y funcionarios municipales.
Un marco particular dieron las banderas de ceremonia de la escuela primaria y el IES
Esquiú, Colegio Privado Inmaculada Concepción, Hogar Escuela Nº 74, de Casa de Piedra, y Hogar Escuela Nº 602 Fray Mamerto Esquiú, de Icaño. Además, se sumaron a esta fiesta de la fe gauchos montados a caballo.
En el inicio de su predicación, Fray Marcelo Méndez, tomando la Palabra de Dios escuchada, dijo que “hoy tenemos la alegría de recordar a este ciudadano, a este catamarqueño, a este fraile, a este sacerdote, a este obispo, que ha dado toda su vida por los más humildes, por los pobres, por el bien de los demás. Creo que nos ha dejado una herencia magnífica, que tenemos que aprovecharla al máximo, pero es una herencia que nos toca administrar y debemos que ser grandes dispensadores del modelo que nos ha dejado Fray Mamerto Esquiú”.
Al afirmar que “no se ama lo que no se conoce”, llamó a todos a “conocer en profundidad, con ahínco, lo que hizo, lo que fue y lo que es Fray Mamerto Esquiú, no solamente para El Suncho, para Recreo, para Catamarca, sino para Argentina y el resto del mundo, porque el modelo y la figura de este fraile ha ido más allá de las fronteras de Argentina”.
Acentuó que “no debemos vivir de las glorias de lo que han hecho los demás, tenemos que pensar como cristianos, como catamarqueños, qué tenemos que imitar de Fray Mamerto Esquiú, cuál es el modelo de vida que me ha dejado”. En este punto destacó su hogar, indicando que “nace de una familia cristiana, que es la cuna donde se genera todo, en la simplicidad, en la honestidad, en la fidelidad del amor. Desde el inicio mamó en la familia lo que eran los principios de la fe, con su madre querida que, habiendo nacido Fray Mamerto en peligro de muerte, a los 5 años cumplió la promesa de vestirlo con el santo hábito franciscano, aquel que llevó toda la vida hasta el día de su muerte, aún como obispo”.
Tras describir su paso por el convento desde los 10 años ante la decisión de seguir a Cristo según el modelo franciscano, comentó que “se ordena sacerdote a los 22 años, celebra su primera misa a los 23, y ya en su compromiso de evangelizar estudia profundamente lo que hoy llamaríamos el modelo de evangelizar en los medios de comunicación social, desarrollando una tarea elegante con la pluma en orden al cumplimiento de los consejos evangélicos”.
“Fray Mamerto Esquiú va adelante pensando que si se había consagrado al Señor, si era cristiano, no tenía que mirar y estar detrás de otras cosas, sino de las cosas de Dios, porque se había jugado y había tomado en serio lo que significa ser santo. Y es así que cuando vinieron propuestas, honores y cosas que no le ayudaban en su vida espiritual, no tuvo ningún empacho de decir no a lo que consideraba que no estaba bien para su vida espiritual. Otro ejemplo para nosotros en el que continuamente somos tentados”, expresó Fray Méndez.
Rescató su ejemplo como obispo, señalando que “muere trabajando, dando su vida por el Evangelio, llevando la Palabra de Dios a los lugares más recónditos de la Patria, en toda esta región de La Rioja y de su amada Catamarca, y así entrega su vida, haciendo constantemente el bien. Qué modelo sublime nos queda, es uno de los nuestros, que ha caminado por estos lugares. Entonces tenemos que sentir ese santo orgullo de que si uno de nosotros fue capaz de estar tan cerca de Dios en su vida, también nosotros lo podemos hacer”.
Al referirse a Fray Mamerto “como el gran Orador de la Constitución”, manifestó que “ha sido un hecho eminente, pero no tan trascendental como ser el predicador del Evangelio, y ésta es la grandeza de Fray Mamerto. Invocaba la unidad, porque Dios es principio de unidad. Entonces todo aquello que nos pelea, nos divide, no viene de Dios”.
Finalmente, expresó que “estamos en momentos importantes de nuestra vida, quiera el Señor que esta beatificación que se aproxima a pasos acelerados traiga bendición para nuestra Patria argentina y, particularmente, para este Norte y esta querida Catamarca, que haya paz y prosperidad”.

Mensaje del Superior de la Orden Franciscana
Antes de la bendición final, Fray Pablo Reartes leyó un mensaje de Fray José Enid Gutiérrez Olmos, Ministro Provincial, Provincia Franciscana de la Asunción, enviado desde Colombia para todos los fieles devotos del fraile catamarqueño. En el mismo expresa que “los hermanos entregados al Señor al estilo de Fray Esquiú son como lámparas que iluminan con la luz, que es Cristo, el camino que nos conduce al Padre, y a su vez Dios nos regala su amor obrando a través de estos mismos hombres, pues ellos con su profunda entrega se sienten simples vasijas de barro, como dice San Pablo, experimentando así la inmensa riqueza que llevan, el Tesoro que les hace arder el corazón y no pueden si no compartirlo, lo que los hace más humildes, fecundos y felices. Así fue Fray Mamerto, hermano de gentes”.
“Estoy seguro que como hermano, sacerdote y obispo nunca ha dejado de interceder por su pueblo. Por eso su fecundidad se hace cada vez más evidente, sobre todo en aquellos que le han confiado sus necesidades. Creo que es justo que con un profundo sentido de agradecimiento le reconozcamos este mismo amor por su pueblo haciéndolo más cercano a nosotros, a nuestra vida de oración y a nuestras necesidades. Así Dios será glorificado y Fray Mamerto elevado a los altares, desde donde podrá multiplicar sus gracias, y muchos hermanos nuestros podrán acudir a su bendecida intercesión”, dice.
“Creo también que el momento de su beatificación está cercano, pues de un tiempo atrás el Señor ha venido preparando el ambiente y ya nuestro querido Papa Francisco expresa su interés por esta gracia, según lo ha manifestado públicamente por el Señor Obispo de Catamarca, Mons. Luis Urbanc... Que el Señor nos bendiga y los bendiga con la pronta beatificación de Fray Mamerto Esquiú”.

Procesión con la Virgen del Valle
Luego de la celebración eucarística, se depositaron ofrendas florales en el monolito, en tanto, el Padre Oscar Tapia entregó a Noemí Ávila un reconocimiento por la labor de Sila Ávila, proyecto del senador nacional Dalmacio Mera.
Este año, en el marco de la preparación para el Jubileo por los 400 años del hallazgo de la Virgen del Valle en Choya, se realizó una procesión alrededor del predio, con la Sagrada Imagen de la Virgen del Valle. Cientos de fieles acompañaron rezando el Santo Rosario, cantando y pidiendo por la pronta beatificación del Padre Esquiú.